Los 10 españoles que aun aspiran a ser astronautas europeos son ingenieros o pilotos

El 1 de abril se inicia la fase final de la selección de candidatos españoles a astronautas europeos. De los 10 varones que permanecen en la competición un comité seleccionará cinco como máximo para pasar a partir del 30 de abril a la criba final realizada por la Agencia Espacial Europea (ESA) entre los candidatos de los 13 países miembros. España espera lograr al menos un astronauta en esta competición en la que cada país pone en juego su orgullo nacional. En otro juego paralelo, la lucha por el poder dentro de ESA, España opta por primera vez a la dirección de uno de los centros más importantes del organismo.

"Hasta ahora no los hemos visto, pero ahora los queremos ver", dice uno de los componentes del comité de preselección de los astronautas españoles, refiriéndose a los 10 candidatos que han logrado superar las duras pruebas médicas y psicológicas "El 1 de abril vamos a someterles a un duro interrogatorio, para que se vayan acostumbrando" anuncia otro de los miembros de este comité, cuya composición se ha mantenido hasta ahora en secreto "para evitar presiones de los candidatos y de los medios de comunicación", según fuentes de la delegación española en ESA.También en secreto "para preservar su intimidad" se mantienen los nombres de los 10 candidatos, todos hombres, y todos ingenieros o pilotos. Los científicos puros, y también las mujeres han caído por el camino, iniciado el pasado mes de octubre, cuando se hizo la primera selección de los varios cientos de solicitudes recibidas en la delegación española de la ESA. Los que quedan son ingenieros de Telecomunicación o de Aeronáuticos o pilotos; de éstos últimos la mayoría militares. Tienen entre 28 y 43 años, al menos dos de ellos vi ven fuera de España y todos ostentan un impresionante currículo.

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El comité, que ha controlado e proceso de selección, debe elegir ahora los cinco o cuatro candi datos finales (sobre la conveniencia de apurar o no el número máximo de candidatos que permite la ESA por país no parece haber acuerdo por el momento). Sus miembros son técnicos y científicos que han estado en contacto con el sector espacial. Juan Sequeiros, por ejemplo, en la actualidad catedrático de Física en Alcalá de Henares, fue candidato a astronauta en los año setenta para volar en el Spacelab Los otros seis miembros son José María Dorado, de Sener, José Meseguer, catedrático en Aeronáuticos en Madrid, Joaquín Iglesias, de CASA, Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología en la Universidad Complutense de Madrid, José Casas, de Hispasat y José Pablo Guil, general del Ejército del Aire.

Los miembros del comité que se han prestado a comentar el proceso, manteniendo el anonimato, coinciden en que una de sus preocupaciones ha sido la eliminación de las mujeres que se presentaron: "Pensamos que había que intentar que pasara una mujer a la fase final, pero no superaron las pruebas o su currículo no se ajustaba al perfil deseado". La última mujer que permaneció en la competición es médico y residente en Valencia.

Otra preocupación ha sido la de que los candidatos, todos ellos con una clara vena romántica que les lleva a desear salir de los confines terrestres, no sean insensatos o susceptibles de dar la espantada una vez que vean que el tema va en serio. "Esto ha sido muy analizado por los psicólogos y creemos que los seleccionados son gente aventurera y romántica, pero fundamentalmente responsable".

Es casi seguro que el o los astronautas españoles cumplan misiones de especialistas en carga útil, y no de pilotos, en las primeras misiones tripuladas europeas, por lo que no es imprescindible que los candidatos finales lo sean. Ahora, la preocupación del comité es dar a los candidatos una buena preparación para que puedan competir con países, como Francia, mucho más avanzados en temas espaciales. Para ello, tras someterles a una sesión de estrés, similar las que sufrirán en la selección final de ESA -una especie de interrogatorio por especialistas en diversos campos-, los miembros del comité les darán cursillos sucesivos. También se prevé un breve periodo de formación en alguna instalación espacial, posiblemente soviética.

El proceso de selección no ha estado exento de anécdotas. A veces la alta calificación del currículo, incluido el dominio del inglés, no se ha correspondido con la reacción del cuerpo ante los tormentos a que se ha sometido a los aspirantes y han surgido las naúseas y mareos. Un aspirante que reside en el extranjero se vio afectado por los habituales retrasos en los vuelos en los últimos meses, cuando se dirigía a Madrid a hacer pruebas médicas y psicotécnicas. Como debía retener la orina para el correspondiente análisis, su estado nervioso dejaba mucho que desear cuando al fin llegó a Madrid. Tras pasar por los médicos, se sentó frente a los psicólogos, que no entendían bien sus reacciones hasta que les explicó su odisea.