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Los socialistas catalanes, decididos a incrementar la colaboración con Convergència a través de Roca

La dirección del Partit dels Socialistes (PSC) está decidida a potenciar las relaciones con Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y sobre todo con Miquel Roca, el dirigente más favorable al diálogo entre nacionalistas y socialistas, para fortalecer su posición en el partido nacionalista en un momento de profundo distanciamiento con Jordi Pujol. Los socialistas catalanes quieren ofrecer formas de colaboración a Roca en la política catalana, española e incluso europea. La ejecutiva del PSC ha discutido en las últimas semanas estas cuestiones, incluido el deseo expreso de Roca de abandonar sus responsabilidades internas en CDC por sus discrepancias con Pujol Para el caso de que Roca acabase dimitiendo, dirigentes del PSC se han mostrado dispuestos a favorecer que el político nacionalista tuviera una salida personal "en la política europea".

Esta colaboración no se centra hoy por hoy en el ámbito de la política catalana, aquél en el que más influye Pujol, quien ampara su escasa disposición al acuerdo en su mayoría absoluta en el Parlamento autonómico.

La pretensión del PSC es contribuir a estabilizar el actual nivel de diálogo y de acuerdos en la política española entre los socialistas y los nacionalistas catalanes para reforzar, frente a los partidarios de la confrontación el papel de Roca y de los dirigentes de CDC próximos a él, y desde esa plataforma trasladar el clima de colaboración a la política de la Generalitat.

La dirección del PSC considera que el resultado de la reorganización ministerial ha dejado al partido en una inmejorable posición por dos razones. Primera: la vicepresidencia de Serra "demuestra que para que los catalanes sean fuertes en Madrid un viejo eslógan de Convergència, el instrumento no son ellos sino nosotros". Segunda: para que la Generalitat logre acuerdos con el Gobierno y el PSOE, debe actuar "sin pasar por encima" de los socialistas catalanes, lo que ha intentado Pujol en numerosas ocasiones. "Con Narcís Serra de vicepresidente será difícil el puenteo al PSC, porque al otro lado del puente está clara mente el mismo PSC", añaden gráficamente.

Un encaje europeo

Para el caso de que la continuidad de la colaboración con Roca -plasmada en el consenso sobre la reforma del IRPF y en el acuerdo sobre policía autonómica- quedara desestimada por el presidente de CDC, Jordi Pujol, el PSC contempla sin plazo fijo la proyección europea de Roca, que consistiría en ofrecerle un papel en los organismos de Comunidad Europea desde el que desarrollar finalmente una auténtica política de Estado. En medios socialistas se aventura que uno de los marcos idóneos para concretar esta colaboración sería que Roca fuera uno de, los dos comisarlos de España en la CE. Los actuales titulares, Manuel Marín (PSOE) y Abel Matutes (PP), finalizarán su mandato a finales de 1992. Los socialistas creen que Pujol difícilmente podría oponerse a un acuerdo de estas características, dada la importancia del cargo, que colocaría a un nacionalista catalán en un punto privilegiado de decisión en l3ruselas. Esta fórmula sería válida también en el caso de que Roca acabara llevando a la práctica su decisión de dejar la dirección de CDC. En este caso, la iniciativa socialista se convertiría en una oferta personal a un hombre que, aun deseoso de seguir en la política, difícilmente podría plantearse un cambio de militancia. "Estamos dispuestos a encontrarle un encaje", comentó un estrecho colaborador de Raimon Obiols.

Pese a que las posibilidades de colaboración son muy amplias, los socialistas no han hecho hincapié en la hipótesis de la entrada de los nacionalistas en el Gobierno, por considerar que ello no es indispensable por el momento. "Creemos que en las próximas elecciones legislativas [previstas para 1993] podremos revalidar una mayoría similar a la actual, por lo que un Gobierno de coalición en 1993 es, hoy por hoy, difícilmente previsible". Las declaraciones del vicepresidente cuarto del Congreso de los Diputados, Josep María Trias de Bes, un histórico colaborador de Roca, en la revista Tiempo -en las que afirma que tras las próximas elecciones ve "inevitable pactar con el PSOE" y que ahora "habría sido muy positivo para España un Gobierno del PSOE con otros partidos"- son, para los socialistas, una clara muestra de la corriente del nacionalismo catalán con la que se puedan establecer acuerdos estables de colaboración.

La buena sintonía de Roca con el PSOE está provocando fuertes tensiones en el seno de Convergència, acrecentadas por el temor al protagonismo que está adquiriendo el equipo socialista catalán que se está formando en Madrid. Esta desazón ante el alcance de la operación y el eventual reforzamiento del poder de Roca ha provocado ya reacciones de sus detractores, especialmente del sector encabezado por el ex secretario de Pujol, Lluís Prenafeta.

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