El hundimiento de tierras de Córdoba retrasará cuatro meses las obras del TAV

El desplazamiento de 20.000 metros cúbicos de tierra ocurrido a las siete de la mañana del miércoles bajo el trazado del tren de alta velocidad (TAV), a su paso por Almodóvar del Río (Córdoba), retrasará más de cuatro meses la finalización de las obras, según reconoció ayer a este periódico el director de construcción de la Alta Velocidad Española (AVE), Manuel Pérez Beato.

El alud, que dejó completamente sepultadas las vías actualmente en servicio de la línea Madrid-Cádiz, pudo provocar una gran tragedia, a juicio de los expertos de Renfe desplazados al lugar.El jefe de la vieja estación de Posadas cuenta que entre el último tren que pasó por allí, el Costa de la Luz, procedente de Madrid, y el alud sólo pasaron algunos minutos. En el tren viajaban decenas de niños que iban a visitar las obras de la Expo 92. "Es impresionante. En 22 años de profesión nunca he visto nada parecido", afirma Manuel Pérez Beato, responsable de la construcción del trazado que en 1992 guiará el tren de alta velocidad de Madrid a Sevilla. Pérez Beato, que coincide con el resto de los directivos de Renfe que ayer se desplazaron a Almodóvar en calificar el accidente de "imposible y fortuito", añade que el desplazamiento del terreno se debió a "un fallo geológico". El director de construcción de AVE manifestó que desde el momento en que quede restablecida la circulación ferroviaria, y pronosticó que esto se producirá a principios de la próxima semana, se iniciará un estudio en profundidad del origen del hundimiento.

Tanto Pérez Beato como el director de mantenimiento de Renfe, Manuel Benegas, cifraron en una cantidad próxima a los 100 millones el coste de reparación del tramo afectado. Ambos directivos añadieron que el buen ritmo de los trabajos de instalación del trazado de la AVE restará importancia a los retrasos que este incidente pueda ocasionar.

Fuentes de Renfe añadieron que el primer síntoma de corrimiento de tierras fue detectado el pasado viernes.

Todos los trenes que desde entonces discurrieron por esa vía, situada a escasos metros del nuevo trazado de la AVE, moderan la velocidad para evitar agravar el desperfecto.

Antonio López, responsable del Gabinete de Información y Relaciones Externas (GIRE) de Renfe, explicó ayer que los retrasos ocasionados por el corte de la vía son de dos horas y media aproximadamente.