El Grupo Parlamentario del PSOE acoge con frialdad al nuevo Gobierno de González

El Grupo Parlamentario Socialista acogió ayer con frialdad la composición del nuevo Gobierno de Felipe González, mientras en sus filas eran claros el desconcierto y la división de opiniones sobre la decisión del secretario le organización del PSOE, Txiki Benegas, le rechazar su inclusión en el Ejecutivo. A la vez que coincidían los comentarios sobre el "hueco" dejado por Alfonso Guerra en su papel de puente entre Gobierno y grupo parlamentario, el presidente de éste, Eduardo Martín Toval, decía que se apoyaba al nuevo Gabinete, puesto que era el elegido por "el secretario general del PSOE".

Martín Toval aludió a la necesidad de buscar "fórmulas de enlace entre Gobierno, partido y grupo parlamentario por los cambios que se han producido", en clara referencia a la salida de Guerra del Gobierno. Los integrantes del grupo socialista esperan que se convoque en breve una reunión con Narcís Serra, sustituto de Alfonso Guerra en la vicepresidencia.Martín Toval presidió ayer la reunión que habitualmente tiene el Grupo Parlamentario Socialista al comienzo de cada semana para preparar las actividades del Pleno y aprovechó la ocasión para aludir al cambio de Gobierno y sutilmente evitó todo pronunciamiento al respecto. Miembros del grupo parlamentario comentaban ayer la habilidad de Eduardo Martín Toval para evitar que en las sesiones internas del grupo parlamentario se pronuncien opiniones sobre el Gobierno que trasciendan al exterior.

Según miembros del grupo socialista, Eduardo Martín Toval dijo a los diputados que este Gobierno no podía despertar "ningún tipo de resquemor" porque era el Gabinete que había formado "el secretario general del PSOE", que se trataba de "un Gobierno socialista" y que resultaba ocioso afirmar que contaba con todo el apoyo del grupo parlamentario.

Al término de esta reunión, los comentarios de los diputados socialistas que ayer estaban en el Congreso -entre ellos, la plana mayor de los dirigentes provinciales y regionales del partido- eran muy variados, aunque la atonía o la falta de entusiasmo era más que evidente, dada la frialdad de sus palabras. No obstante, todos ellos culminaban sus apreciaciones con la referencia a la "disciplina" que siempre guardará el partido y el grupo parlamentarlo con las decisiones de Gobierno de Felipe González.

Las diferencias estaban entre quienes ponían más el énfasis en la caída de ministros como Joaquín Almunia, José Barrionuevo y Carlos Romero, o quienes llamaban la atención sobre las facultades que ha tenido el titular de Economía, Carlos Solchaga, para influir en los nombramientos del equipo económico.

A la busca del enlace

La búsqueda de fórmulas de enlace entre Gobierno, partido y grupo parlamentario fueron de nuevo aludidas ayer, al igual que ocurrió como consecuencia de la salida de Alfonso Guerra del Gobierno el pasado mes de enero. El propio presidente del grupo lo reconoció públicamente: "Hay que buscar nuevas fórmulas de cooperación dados los cambios que se han producido". Una vez más salía a relucir la opinión del grupo y del partido respecto al "hueco" que se ha producido con la salida de Guerra, al ser el número dos en el Ejecutivo y en el partido.El desconcierto y la división de opiniones reinaba ayer en el grupo parlamentario respecto a la decisión de Txiki Benegas, secretario de Organización del PSOE, de rechazar un puesto en el Gobierno, en concreto la cartera de Administraciones Públicas. La mayoría de los consultados consideraba que había sido "un acierto". "El papel de Benegas está en el partido por la importancia que tendrá en los próximos años", comentaban en clave de sucesión, y no en ser "uno más" en el Gobierno. Otros por el contrario, -una minoría- estimaban que debía haber aceptado ante el peligro de que haya perdido la confianza de Felipe González cuando en los últimos tiempos la relación era muy estrecha, en un contexto en el que no estaban muy claras las relaciones entre Felipe González y Alfonso Guerra.

Cambio del orden del día

Por otro lado, el pleno del Congreso aprobó ayer, con la oposición del PP, el cambio del orden del día de tal manera que se suspenden todas las preguntas referidas a los ministerios que han cambiado de titular, mientras que se mantienen las preguntas hacia quienes permanecen en los mismos puestos. Esta sesión, a la que acudirán cuatro ministros que siguen en sus cargos, se celebrará mañana, jueves. Esta medida fue objeto de crítica por parte del Grupo Popular y su portavoz, Rodrigo Rato, declaró que esto suponía "un grave precedente y un mal comienzo de este Gobierno, dado que si los nuevos ministros son incapaces de comparecer en el Parlamento cómo van a ser capaces de gestionar con eficacia".