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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un Costner llamado Caballo

'Bailando con Lobos' aspira a 12 'oscars'

La película Bailando con Lobos, cuyo preestreno se celebró anoche en Madrid, patrocinado por Canal +, se estrena hoy comercialmente. El western prosioux dirigido por el actor Kevin Costner cuenta con 12 candidaturas para los oscars. Un espectáculo de tres horas de duración, con anchas praderas, música muy del Oeste y un mensaje de reivindicación de los indios sioux, un siglo y medio después de que el Ejército de Estados Unidos los barriera del mapa. Buena parte de los diálogos están hablados en lengua lakota, idioma original de esas tribus.

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Bailando con Lobos está llamada a ser el gran taquillazo del cine estadounidense este año, independientemente de que consiga o no la docena de oscars a que aspira. El actor Kevin Costner -Silverado, Los intocables, No hay salida, Los búfalos de Durham, Campo de sueños, Venganza- hace su debú como director por todo lo alto: un superlargometraje (tres horas), rodado con todo lujo en las praderas y desiertos de Dakota, excelentemente fotografiado por Dean Semler y con una partitura de John Barry que se inspira en los grandes ejemplos de música de western como Dimitri Tiomkin, todo ello unido a un hábil guión de Michael Blake con diálogos en buena parte hablados en lengua lakota. Y, desde luego, interpretado por el propio Costner.La película tiene el aliciente de un acabado bonito y de un mensaje respetuoso con los sioux, con los lobos y con los búfalos. Los malos del invento son los indios pauni (que parecen punkis a caballo y ligeros de ropa) y los soldados de la Unión, que en todo momento actúan a lo Séptimo de Caballería exterminando sioux y cuanto se mueve en la pradera.

El personaje interpretado por Kevin Costner es un teniente que pide ir "a la frontera, antes de que desaparezca". Su encuentro, en mitad de aquellas soledades, con un lobo cariñoso y sobre todo con indios "que no son monstruos, como se dice", le hace irse aindiando a más no poder, y acabar hecho todo un sioux bautizado en la sociedad tribal como Bailando con Lobos, que desde luego resulta nombre más aparente que el cristiano e John Dunbar.

Puño Alzado

Para colmo, Bailando con Lobos se topa con una chica blanca más aindiada que él, viuda de un guerrero sioux y que atiende por En Pie con el Puño Alzado. Precisamente el reciente Festival de Berlín fue inaugurado con Bailando con Lobos, y el jurado se inventó un premio para Costner como director y coproductor.Kevin Costner -actor de moda en EE UU, con portada en Time y todo- demuestra en Bailando con Lobos pertenecer a la estirpe de protagonistas masocas y chupadores de cámara: como el Marlon Brando de El rostro impenetrable, aparece todo lo que puede en escena y recibe palizones continuos que le ponen ojos a la virulé y, como el Richard Harris de Un hombre llamado Caballo, se aplica a mil y un sufrimientos con tal de ser indio (aunque no supera a Harris, quien en ceremonia de iniciación era colgado de ganchos por las tetillas mientras le ahumaban cual cordero).

Algunos críticos denses han considerado la película de Costner como light, blanda. Ciertamente Bailando con Lobos muestra que los sioux eran personas, pero sólo un rótulo al final nos sugiere la suerte (la muerte) que les dieron.

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