La larga carrera de un cantante de fondo

Es un cantante de carrera larga. Miguel Ríos cumplirá 47 años el próximo 7 de junio, y grabó su primer disco en 1962, cuando el rock en España aún no había salido de la incubadora. Desde entonces, más de 20 discos de larga duración, innumerables discos sencillos, éxitos y fracasos han marcado la trayectoria artística del cantante granadino. "Corredor de fondo", como a él le gusta definirse, y con marcada vocación de permanencia, Miguel Ríos acaba de publicar su último disco, Directo al corazón, que, según afirma, "es en el que mejor he cantado".

Miguel Ríos es el artista más veterano del rock español que continúa en activo. A punto de cumplir 47 años, el cantante granadino grabó su primer disco en 1962, con un título que hoy puede resultar curioso: El rey del twist. Después se mantuvo junto a ritmos de moda -madison, locomotion, surf-, que alternó con el rock con Elvis Presley y Johnny Halliday como referencias."Empecé con la música a pie de obra", dice Miguel Ríos "porque era lo que me podía sacar de una profesión subalterna: aprendiz en una fábrica de tejidos. Era una época con muchos cambios. Incluso hubo un tiempo en el que renegába mos del rock, porque pensába mos que era hacer el juego al imperialismo, hasta que me di cuenta de que esta música era algo clásico y la recuperé años mas tarde. Intentábamos no perder comba, porque si no te mueves no sales en la foto".

Altibajos

Durante casi 30 años de carrera, la vida artística de Miguel Ríos ha sido un constante ir y venir, bordeando la frontera del éxito y con altibajos continuos. A momentos de popularidad han sucedido discos que no han llegado al gran público, algo que parece no haber afectado a un artista marcado por su vocación de permanencia y al que le gusta definirse como "corredor de fondo"."Hay veces que conectas y no sabes por qué ocurre", dice Miguel Ríos. "Como artista, hay que otear lo que es la industria, porque quiero que lo que canto trascienda. No pretendo ser interesante ni vanguardista, porque contra las leyes industriales es tan dificil luchar como lo era contra las leyes de los Médici. No puedo decir que admiro a la gente que va contracorriente, aunque es una opción personal que cada uno busque su camino".

Esta capacidad de adaptación parece ser una de las características que definen la trayectoria artística de Miguel Ríos, representada a través de su numerosa obra discográfica. Más de 20 discos de larga duración e innumerables discos sencillos respaldan una de las trayectorias más extensas y prolíficas del pop y del rock realizado en España. "Ir con el tiempo es ser una persona dúctil", afirma el cantante. "Hay que estar atento, ser permeable dentro de un estilo interpretativo propio. Así, a veces surgen cosas que tú mismo inventas, y se alcanza una especie de mestizaje. Es no pensar nunca en que has conseguido algo espectacular, y permanecer en actitud abierta, buscando cosas".

Los intentos de Miguel Ríos por mantenerse en la comba del tiempo contrastan con ese afán de recuperación que los públicos más jóvenes tienen hacia músicas antiguas, de los años cincuenta y sesenta, que el cantante español conoce como pocos y que también ha tocado en los dos volúmenes que recogen la banda sonora del programa de televisión Qué noche la de aquel año. "Creo que este afán parte de una pura razón industrial. No lo busca la gente. Se puede crear una necesidad de escuchar lo pasado, porque así se llenan huecos de creatividad. Es la enésima explotación de los, catálogos importantes, de canciones imperecederas. Para que algo se pueda recuperar, ha de tener valor en sí, y esto les toca a artistas cuando se han retirado. Entonces, lo natural es que el regreso sea óptimo".

Productor

Desde que Miguel Ríos vivió en 1979 una resurrección artística con el disco Los viejos rockeros nunca mueren, que continuó un año más tarde con la canción Santa Lucía y en 1982 con su doble disco en directo Rock & Ríos, su carrera no ha vuelto ha alcanzar éxitos tan sonados, a pesar de trabajar junto a algún productor de reconocimiento internacional (Tom Dowd en El año del cometa) y con presupuestos elevados.Ahora acaba de publicar su último disco, Directo al corazón, con el que pretende recuperar éxitos pasados a través de nuevas canciones. "Creo que no he hecho concesiones evidentes, porque no sería defendible que una nueva obra olvidara la anterior por buscar el éxito. Nadie se separa de una canción por perseguir arquetipos que permitan el triunfo seguro, pero, si se unen, mucho mejor. Pienso que Directo al corazón tiene materia prima para funcionar. Es el disco en el que mejor he cantado, y hemos sido inflexibles en buscar lo que soy. He trabajado mucho las canciones, intentando dar sentido a cada frase, sin bandazos. Siempre he intentado ir con el tiempo, y tampoco tengo otros talentos para imponer mi voluntad a un público que nunca se pone de acuerdo ante lo que se le ofrece".