¡Mestizos!
Los que habían asistido al recital que Mano Negra ofreció en Madrid el 15 de mayo del año pasado, tenían la lección fresca y bien aprendida. Los nuevos tardaron poco en ponerse a la altura de los veteranos y pronto se sumergieron, o los sumergieron, en la frenética catarsis que imprime el grupo francés a sus actuaciones. Porque los recitales de Mano Negra son algo fuera de lo común.Dado el despliege de energía de que hizo gala Mano Negra hace nueve meses, la incógnita era si el tiempo y el éxito habrían limado su increíble entrega. Después de dos horas de recital, el regreso del grupo a la sala Universal Sur permitió comprobar que Mano Negra no tiene limas en su caja de herramientas. De utilizar algo, debe ser la poción mágica de Astérix, porque la fuerza de estos galos parece no tener límite.
Mano Negra
Manu Chao (voz, guitarra, bajo), Tonio Chao (trompeta, coros), Santi Casariego (batería, coros), Daniel Jamet (guitarra, coros), Jo Dahan (bajo, coros), Thomas Darnal (teclados, coros), Philippe Teboul (percusión, coros), Jacques Clayeux (técnico de escenario, guitarra, coros), Tomás Arroyo (técnico de sonido). Aforo: 3.500 personas. Precio: 2.500 pesetas. Sala Universal Sur. Madrid, 27 de febrero.
Su actuación fue una mezcla de anarquía, locura y pasión. Un modelo de naturalidad y desinhibición en la utilización de los arquetipos musicales. Ejemplar en su manera de trasladar a la música el espíritu de la calle.
Manu Chao no esperó mucho tiempo para dejar bien claro que el hilo que une a Mano Negra con su público es fino, y lo cortó lanzándose en plancha a sus fieles. A partir de entonces, el escenario se convirtió en un trasiego de forofos que, mezclándose con los músicos, cantaban, bailaban, se lanzaban y se volvían a lanzar, con la seguridad que da el caer sobre blando porque en la sala no cabía un alfiler. Aquello era una locura permitida por el grupo que, encantado, continuaba su actuación como si tal cosa.
En medio de este frenesí, Mano Negra ofreció un recital excelente, con muy pocas variaciones respecto al de su primera visita. La música de este grupo multinacional -en su formación se mezclan personas de origen español, árabe y francés- se basa en un mestizaje musical realizado con rigor, con competencia y sin prejuicios. Rock, rancheras, reggae, rap, hardcore, canción francesa, valses, raï, gospel, punk y canciones de cualquier folclor se engarzan con precisión milimétrica, un gran sentido de la tensión interpretativa y una asombrosa facilidad para la síntesis.
En un segundo, Mano Negra convierte un clásico de la música norteamericana -Rock island line, de Leadbelly- en un rap. De las armonías tradicionales de un grupo de gospel pasa al radicalismo del punk en un instante. Da la vuelta al I'm down, de los Beatles, en una especie de mezcla de La Fura dels Baus y el circo Aligre. Cualquier cosa parece posible, la sorpresa es continua y el espíritu del grupo permite defender su postura con absoluta credibilidad. Además, los arreglos son complejos pese a su aparente sencillez, y los cortes y cambios se hacen con una precisión admirable por su espontaneidad. Por todo esto, Mano Negra es una banda única, que colocó a buena parte del público en la frontera de la catarsis.
Al resto, lo situó en el límite del desmayo, por el agobio que presentó la sala. Se ha convertido en norma habitual saturar los aforos, y asistir a una actuación puntera -sea salsa, pop o rock-, raya en lo heroico, al margen de la dificultad para apreciar en las debidas condiciones lo que es el centro de cualquier recital: la música. Y música fue lo que ofreció Mano Negra. Para el que lo pudo soportar, auténtica música popular urbana. Y mestiza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Muere el empresario Carles Vilarrubí, pilar de la creación de Catalunya Ràdio y exvicepresidente del Barça, a los 71 años
Brigitte Bardot, una vida en imágenes
Los equipos de rescate reanudan la búsqueda de los cuatro españoles desaparecidos en un naufragio en Indonesia
Muere la actriz Brigitte Bardot, musa del cine francés y controvertida activista, a los 91 años
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump




























































