Gran debate en la prensa italiana sobre las propuestas de paz

La prensa italiana, en general, se ha mantenido más bien intervencionista por lo que se refiere a los diarios cuyos propietarios representan a importantes grupos industriales, mientras que los dos diarios políticos de la izquierda, Il Manifesto y L'Unitá, han estado abiertamente contra la guerra, pero con matices.En cuanto a los grandes diarios nacionales, el más apasionado a favor de la tesis de Washington y del Pentágono ha sido Corriere della Sera, cuyo director es el judío Ugo Stile. Le ha seguido el diario La Republica, del grupo de Benedetti, también de origen judío, y por último, el díarío del grupo Fiat, La Stampa, de Turín, un periódico en el que, sin embargo, ha habido un buen debate sobre el tema tras el primer editorial del gran filósofo Norberto Bobbio, que abrió el fuego dando una justificación a la guerra, pero en un contexto de graves problemas de tipo intelectual. El diario de Roma I/ Messaggero, del grupo de Montedison, estuvo siempre de una forma abierta a favor de la tesis de Estados Unidos.

Matices

Los matices consistieron en que mientras, por ejemplo, La Repubblíca apoyó en todo momento cualquier tipo de posibilidad de solución diplomática del conflicto, dando mucho relieve a la primera propuesta francesa y después a la de Irán y, por último, a la soviética, otros mantuvieron más bien la tesis norteamericana de que la suerte de Sadam Husein estaba ya echada.En algunos diarios, como en La Repubblica, hubo fuertes tensiones internas, incluso a nivel de alta dirección, como ocurrió entre el director, Eugenlo Scalfarl, y el director adjunto, Giampaolo Pansa, que acabó no escribiendo. El mismo Scalfarl escribió sólo un artículo durante todo el conflicto.

Los diarios nacionales estuvieron de algún modo condicionados por la postura del Gobierno de Andreotti, que decidió que Italia entrara en el conflicto, y por el hecho de que Italia siempre ha sido fundamentalinente proamericana. También tuvo un gran influjo el hecho de que la mayor parte de los editorialistas (aquí se firman siempre los editoriales) son personajes que habían hecho la guerra de resistencia en Italia y no aceptaban la tesis lanzada por el papa Woityla de que toda guerra es "injusta".

Por lo que se refiere a los diarios de izquierdas, Il Manifesto mantuvo una línea abiertamente pacifista de apoyo a todas las manifestaciones contra la guerra. Por su parte, L'Unitá, órgano ayer del diario comunista y hoy del Partido Democrático de la Izquierda, sin ser pacifista, sí adoptó la postura del Papa. a cuyas intervenciones dio gran relieve siempre, de que esta guerra es -injusta", porque "se podía haber resuelto diplomáticamente ", y que es "hipócrita", porque la ONU ha tenido dos pesos y dos medidas.