España presenta su proyecto de satélite en busca de la autonomía en el mercado espacial
El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) presentó ayer un proyecto español de diseño y construcción de minisatélites con el que se pretende alcanzar una autonomía en el campo espacial para desarrollar programas nacionales en ciencia, comunicaciones y observación de la Tierra, tanto para usos civiles como militares. "Los minisatelites pueden ser un hueco tecnológico para España en el mundo del espacio", afirma Enrique Trillas, presidente del INTA. Junto a este organismo del Ministerio de Defensa participan en el proyecto tres empresas españolas del sector.
"España dispone de tecnología suficiente para alcanzar un nivel competitivo dentro del mercado internacio,nal del espacio en este tipo de satélites", declara Trillas, destacando que este proyecto supone una especialización en un típo de equipos de unos 300 kilos de peso en el que se puede abordar plenamente el concepto, el diseño y la mayor parte de la tecnología. "No somos novatos en la técnica espacial, se hizo el Intasat en 1974 y actualmente tenemos equipos importantes trabajando en grandes satélites, como el Hispasat", dice Trillas.El proyecto se inscribe en los planes de la Administración Europea del Espacio (ESA), explica Trillas. "Hay una posibilidad, aunque tal vez remota, de que nos encarguemos de la gestión del programa de minisatélites de ESA, todo depende de que seamos capaces de desarrollar un prograrna interesante internacionalmente", comenta el presidente del INTA. Otros países europeos que trabajan en este campo son Italia, Francia y Suecia.
Cargas civiles y militares
Los minisatélites son plataformas polivalentes en las que es posible colocar cargas distintas, ya sean de uso civil o militar. "Son sistemas de bajo coste y rápida entrega, que forman parte de un paquete total de servicios", señala José María Dorado, del Consejo Rector del INTA, destando también su importancia comercial.
El presupuesto para la realización de este proyecto es de 1.500 millones de pesetas, de los cuales 128 corresponden al estudio de definición (1991), y el resto a diseño, construcción y ensayo, hasta 1994.
Las principa.les ventajas de estos sistemas espaciales son su versatilidad y el corto plazo de realización. "Los grandes saté lites, de 2.000 o 3.000 kilos, exigen a veces 10 años de desarrollo antes de ser operativos, y para experimentos muy concretos, por ejemplo de tipo científico en astronomía- o microgravedad, los investigadores no pueden esperar tanto tiempo", explica Trillas, indicando que las misiones de unos y otros sistemas son complementarias.
El proyecto de minisatélites está repartido entre el INTA y tres empresas españolas. "De la electrónica se encargará Inisel; de la ingeniería de sistemas Sener, y Construcciones Aeronáuticas, S.A. se ocupará de la integración y de las pruebas. El INTA dirige el proyecto", declara Trillas, quien añade que no toda la tecnología de estos aparatos será española al 100%. habrá componentes que será más barato y rápido adquirirlos en países que ya los tienen desarrollados", agrega.
En cuanto a los potenciales clientes de estos sistemas espaciales, el INTA aspira a lograr contratos tanto nacionales como extranjeros, y en este sentido se han iniciado ya contactos previos, según su presidente, quien considera que sería ideal construir uno al año.
"El INTA no tiene previsto ocuparse del lanzamiento de los minisatélites, que se colocaran en órbita mediante los cohetes europeos Ariane, los Scout italianos, los medios de la NASA, o el sistema, Pegassus", dice Trillas. El coste total de un lanzamiento será de 2.500 millones de pesetas, de los cuales 1.000 corresponderán al precio del minisatélite y 500 a la carga útil.
"Estamos empezando a desarrollar medios de lanzamiento de microsatélites (aparatos de hasta 50 kilos y de vIda útil muy, corta), pero nos hallamos aún lejos de lanzar equipos de 300 kilos", comenta. Los minisatélites españoles estarán indicados para funcionar en órbitas bajas, de 400 a 600 kilómetros, y tendrán una vida útilde hasta cinco años.
