Bush esperará a que se concrete la oferta soviética

El presidente George Bush se negó ayer a hacer comentarios sobre la propuesta de paz soviética presentada ayer al ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, por el máximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, con la excusa de que necesitaba "recibir más información sobre la misma". Pero, a la espera de esa información adicional, los preparativos por tierra, mar y aire para la ofensiva terrestre continuaban ayer sin pausa en el teatro de operaciones.

Funcionarios de la Casa Blanca que se encontraban con el presidente en su residencia de Kennebunkport, donde pasó un largo fin de semana, indicaron que EE UU no estaba dispuesto a estudiar una propuesta "larga y complicada". "La única cuestión a dilucidar es si Irak está dispuesto a retirarse total e incondicionalmente de Kuwait", manifestaron los funcionarios citados por las cadenas de televisión.Después de lan paseo de una hora por la playa desierta de Walker's Point, la residencia personal de la familia Bush en Kennebunkport en la costa de Malne, Bush manifestó a los periodistas que no pedía pronunciarse sobre la propuesta soviética, porque estaba a la espera de recibir "información concreta".

Anoche, el portavoz oficial de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, anunció que el presidente Bush acababa de recibir el contenido de la propuesta soviética, a pesar de lo cua", había ordenado mantener los planes de guerra según lo previsto. "Los soviéticos", añadió, "nos han pedido mantener la corifidencialidad sobre el contenido de las conversaciones entre el presidente Mijail Gorbachov y el ministro iraquí de Exteriores Tarek Aziz".

Bush tenía previsto regresar a la Casa Blancaen la tarde del lunes, después de pasar tres días de descanso en su residencia, aprovechando la festividad del día de los presidentes, que conmemora el aniversario d.el nacimiento de George Washington y del resto de los presidentes norteamericanos, celebrada ayer."Ninguna razón"

Su portavoz Marlin Fitzwater fue algo más explícito y manifestó: "No se nos ha dado hasta ahora ninguna razón para cambiar nuestros planes". "Por el momento, nos estamos concentrando en las operaciones previstas en el aire y en tierra", añadió Fitzwater.Anterionnente a las declaraciones de Bush y de su secretario de prensa, un portavoz del Pentágono, el teniente coronel Steven Roy, había declarado que el mando supremo de la Operación Tormenta del Desierto "no había recibido ninguna orden para cambiar el curso de las operaciones".Contra el alto el fuegoEn declaraciones hechas durante el fin de semana a las cadenas de televisión norteamericanas, tanto el secretario de Estado, James Baker, como el de Defensa, Dick Cheney, se mostraron contrarios a conceder a Irak un alto el fuego, que, según ellos, podría ser aprovechado para reavituallar a sus unidades. "El único mensaje para el presidente iraquí, Sadam Husein, es que abandone Kuwait. Hasta entonces, no habrá pausa (en los bombardeos) ni cese posible de las hostilidades", dijo Baker.Entretanto, y según informaciones procedentes del teatro de operaciones, las fuerzas aliadas continuaban maniobrando para cerrar la tenaza militar en tomo a las posiciones iraquíes en Kuwalt y el sur de Irak.Las divisiones aerotransportadas y acorazadas se encontraban ya desplegadas a lo largo de la frontera saudí-kuwaití, junto a los regimientos de artillería mientras que los transportes militares y unidades anfibias con 18.000 marines a bordo listos para establecer una cabeza de playa navegaban en la zona sep tentrional del Golfo a escasa dis tancia de las costas de Kuwait; tan escasa, que dos navíos norte americanos chocaron con do minas iraquíes colocadas a me nos de 10 millas (16,5 kilómetros de la costa).