Fernández Ordoñez elogia la "comprensión y respeto" del Magreb hacia España

IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL, El titular de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, concluyó ayer en Túnez su gira por cinco capitales magrebíes, de la que el ministro español ha sacado, entre otras conclusiones, que nunca se ha tenido en el Magreb "más respeto, comprensión y simpatía" hacia España, según dijo ayer a la. prensa. Sin embargo, el secretario de Estado tunecino, Hamadi Yunis, confesó a los periodistas españoles su "decepción" ante el papel desempeñado en la crisis por la Europa meridional.

A diferencia de las anteriores tapas de la gira, Fernández Ordóñez no fue recibido por el jefe del Estado tunecino, dedicado de lleno a los problemas internos tras el atentado del domingo contra una sede del partido en el poder, sino por su primer ministro, Ahmed Karui. También se entrevistó largo y tendido con su ,homólogo, Habib Bulares.La desilusión magrebí quedó también puesta de relieve durante la conferencia de prensa con la que concluyó la estancia del jefe de la diplomacia española. La prensa tunecína le preguntó con agresividad sobre el apoyo logístico brindado por España a Estados Unidos en la guerra contra Irak, y su aparente incomodidad condujo a Fernández Ordóñez a dar la que fue, probablemente, su más corta conferencia de prensa.Algo disgustada porque ni la Embajada de España ni la Oficina de Información Diplomática habían previsto traducción de las respuestas de Fernández Ordóñez al francés o al árabe una periodista española acabó actuando como intérprete-, la prensa tunecina se.irritó aún.más cuando comprendió las contestaciones del ministro.

Menos cauteloso que de costumbre, el ministro español llegó a afirmar que el integrisi-no islámico le "preocupa porque puede producir inestabilidad"., que a su vez puede "degenerar en terrorismo". El tenue vínculo establecido entre la religión mayoritaria y la violencia no fue aprecíado, como tampoco lo fue su afirmación de que la guerra se llevaba a cabo contra Sadam Husein. "Contra Irak", rectificó a voces un periodista tunecino.El ministro intentó hacer valer que la posición de España era diferente de la de algunos de sus socios y recordó la carta enviada por el presidente Felipe González a George Bush. Como, explicó, en los centros urbanos "se han reducido los objetivos milítares", González "le expone en la misiva la posibilidad de reconsiderar los bombardeos sobre las ciudades", como el que causó la semana pasada la matanza de cientos de civiles en un refugio de Bagdad.

Fernández Ordóñez habló a renglón seguido de la necesidad de que Sadam se retire de Kuwait sin condiciones, a lo que un periodista tunecino replicó implícitamente preguntando si pedir simplemente la aplicación de las resoluciones de la ONU 242 y 338 sobre la cuestión palestina equivalía a plantear condiciones por parte del presidente iraquí. El ministro echó balones fuera en su contestación a esta y a otras preguntas y dio por terminada la rueda de prensa.

Pero, en realidad, la conferencia se prolongó en los pasillos del hotel, donde la prensa tunecina persiguió al ministro español, gritándole con educación que no había respondido y pidiéndole que lo hiciese. A pesar de que no dejó de sonreír, Fernández Ordóñez no fue más explícito, y cuando subió a su automóvil Mercedes para ir al aeropuerto los periodistas tunecinos se enzarzaron en una acalorada discusión con los únicos españoles que tenían aún a su alcance: sus colegas.

Algunos se explayaron ante los micrófonos de las radios privadas, pero otros llegaron al insulto, llamando al enviado especial de un diario madrileño "lacayo de Bush".

El tumulto final hizo pasar un tanto desapercibido el crédito español de 9.500 millones de pesetas que anunció Fernández Ordóñez para Túnez, así como el anuncio de una próxima visita a España del presidente tunecino, general Zin el Abidine Ben Ali.