La Fiat invierte 250.000 millones de pesetas en la mejora del medio ambiente

El ministro socialista De Medio Ambiente, Giorgio Ruffolo, uno de los mayores intelectuales de la clase política italiana, fundador de la revista Micromega, y el administrador delegado de Fiat, Cesare Romiti, considerado el alter ego de Gianni Agneli y el hombre fuerte de la importante empresa, Fempresa automovilística firmaron ayer en Turín un protocolo de acuerdo conjunto para la salvaguarda del ambiente, con el que Fiat se compromete a un esfuerzo Financiero de 250.000 millones de pesetas en tres anos.Ruffolo, en nombre del Gobierno, se comprometió a acabar en 1992 con el superimpuesto que grava ahora los coches diésel en este país y la introducción (le formas de ayuda económica para favorecer el Liso de catalizadores en los coches y de otras diversas innovaciones tecnológicas a favor del medio ambiente. Por su parte, la importante firma automovilística de Turín se compromete, entre otras cosas, a anticipar en un año las normas de la Comunidad Europea para a introducción obligatoria del mayor número posible de catalizadores polivalentes en los automóviles y en la introducción del llamado retrofit, es decir, la adaptación de los catalizadores a los coches ya en uso que carecen de ellos. A su vez el Gobierno se compromete a distribuir el plazo de tiempo obligatorio para la revisión periódica de los coches, que hoy es de 10 años, mientras que Fiat asegura que para 1996 habrá ya previsto toda una serie de innovaciones tecnológicas en los motores diésel y en los vehículos industriales para hacerlos más ecológicos y una mejora de calidad de los gasóleos.

Carburantes alternativos

En dicho campo, la casa automovilística de Turín se compromete también a seguir investigando acerca del empleo de productos alternativos a la gasolina o al gasóleo y a la producción de motores eléctricos.El protocolo firmado ayer solemnemente en Turín ante la presencia de numerosos periodistas italianos y extranjeros y que revela el deseo de Fiat de no querer perder el tren de Europa y, de mantener también en el campo ecológico su liderazgo industrial, deberá ahora ser aprobado por el CIPE, el Comité Interministerial para la Programación Económica.

Romiti, con el sentido pragmático que le caracteriza y conociendo los largos plazos de la burocracia gubernamental italiana, manifestó ayer el deseo de que la cláusula acerca de la ayuda económica prometida por el Gobierno en el acuerdo a los compradores de coches con catalizadores se apruebe antes de junio. El esfuerzo financiero del Gobierno para favorecer los coches ecológicos es de 200 millones de pesetas anuales. Hoy un coche con catalizador cuesta en Italia alrededor de un millón de pesetas más que Lino Sin ella.