_
_
_
_

Denuncia médica contra el continuo caos en los servicios de urgencia

La Federación de Sindicatos Médicos (Fesime) presentó ayer un informe elaborado después de estudiar cinco grandes hospitales públicos madrileños, en el que se denuncia la situación caótica que sufren los servicios de urgencia, debido a la falta de medios y a la desconfianza del ciudadano en la atención primaria. La consecuencia es un profundo malestar entre los profesionales, los pacientes y sus familiares.

El número de camas disponible decide, en muchos casos, que un enfermo que acude a las urgencias ingrese o no en el hospital, independientemente de su patología. Según la Fesime, éste es uno de los principales fallos de esos servicios en los hospitales Severo Ochoa de Leganés, La Paz, Clínico de San Carlos, Doce de Octubre y Gregorio Marañón de Madrid, los cinco analizados.Federico Colmenero, presidente de la Fesíme, explicó que una de las causas de esta situación es la poca confianza de los ciudadanos en los servicios de urgencia extrahospitalaria, como demuestra el que un 85% de los que van al hospital no han pasado por ningún servicio médico, ni han consultado al 061 "."El servicio- telefónico de coordinación de urgencias no sirve, porque quien coge el recado decide la importancia de la llamada", añade Colmenero.'La gente, cuando se encuentra mal, no acude a la atención primaria para esperar meses hasta que le digan si están enfermos o no, sino que en su situación de angustia van a los hospitales en masa", continuó. "El personal de las urgencias está quemado por el desastre que viven día a día. Un 75% de la enfermería esta pendiente de traslado porque ya no lo soporta. Los médicos, que no tienen esa posibilidad, lo llevan aún peor".

Un domingo sin camas

La Fesime también describió cómo, a primera hora de la mañana, las camas de las urgencias están bloqueadas por enfermos que no han ingresado en los servicios médicos. Esta situación, a veces, se prolonga durante días. El caso más extremo se produjo, según la Fesime, "hace dos domingos, cuando no había en todo Madrid ni una sola cama de meclicina interna".En cuanto a la huelga de celo que'secunda, desde hace nueve días, la mayoría de los médicos del Gregorio Marañón, los representantes de la Fesime anunciaron su "apoyo incondicional a la protesta" y afirmaron que "ya se están trasladando enfermos a otros hospitales".Ramón Gómez, secretario de la Fesime, pidió que este hospital "deje. de ser el escenario de luchas políticas". "Cada vez que hay un enfrentamiento entre acostistas y leguinistas, el hospital se paraliza porque hasta el último puesto de limpiadora se designa por-criterios políticos".En cuanto a la posible situación de colapso, los representantes de Fesime explicaron que "si el hcspital está siempre en alerta roja, ocupado en el 95% de su capacidad, no pasa nada que no ocurra habitualmente, que es de todo, porque, aparte de la presión asistencial de una población de 700.000 personas, se une el perpetuo estado de obras al que se ha destinado un dinero con elque se podría haber coristruido el nuevo hospital del Este, por el que aún tendremos que esperar aunque ya se le hayan adjudicado los terrenos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_