Mayor Zaragoza afirma que la paz exige medidas impopulares

Los Gobiernos del Norte deberán comprometerse y "aplicar medidas impopulares, inesperadas y desbordadas de imaginación" si el orden internacional quiere llegar a la meta única de la paz. Así se manifestó ayer el director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, en una conferencia sobre El precio de la paz que pronunció en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.El príncipe Felipe, alumno de la Autónoma, asistió, junto otras 300 personas, a la conferencia, presidida por el rector de la Autónoma, Cayetano López, y el economista José Luis Sampedro.

"Futuro mestizo"

Desde el comienzo, Mayor Zaragoza adoptó una postura crítica hacia el estado actual de las cosas y defendió una filosofía de la paz: "Ante todo quiero subrayar que la frase que afirma que 'la mejor manera de conseguir la paz es preparar una guerra' es una falacia. Una triste falacia. Una vez más se ha considerado que la guerra era inevitable".

Tal y como explica el director general de la Unesco, ir hacia la paz universal pasa por -un cambio profundo en las políticas, economías y formas de vida de los países industrializados, "que deberán transformar sus políticas energéticas, controlar el mercado de los estupefacientes y comprender otras culturas. Vamos hacia un futuro mestizo", dijo refiriéndose a los movimientos migratorios; "así es como hay que concebirlo en una nueva página del futuro de la paz".

En 1970 los gastos militares mundiales ascendieron a 580.000 millones de dólares, mientras que para 1987 habían aumentado a 860.000 millones, según los datos que aportó Mayor Zaragoza. Los gastos en defensa en los países industrializados representan el 5,30% del Producto Nacional Bruto (PNB); en los países en vías de desarrollo asciende al 5,60%.

Mayor Zaragoza defendió la expansión de la educación y la ciencia como factores primordiales para la paz. "Con un tercio de lo que se gasta en armamento", afirmó, "en el año 2.000 se podrían elevar considerablemente las cuotas de bienestar".,

Este dividendo por la paz permitiría alcanzar una inmunización completa de los niños, una reducción a la mitad de la mortalidad infantil, la eliminación de la desnutrición severa, un aumento de las matrículas escolares, la reducción de las tasas de analfabetismo de los adultos y el acceso universal al agua potable.