Pérez de Cuéllar admitió ante Sadam Husein que EE UU controla las decisiones de Naciones Unidas
ENVIADO ESPECIAL El pasado 13 de enero, dos días antes de que venciese el ultimátum de la ONU que emplazaba a Sadam Husein a retirarse de Kuwait, el líder iraquí recibió en Bagdad al secretario general de la organización internacional, Javier Pérez de Cuéllar, empeñado entonces en un último intento de convencer a Sadam para evitar la guerra. Según la transcripción iraquí de¡ diálogo, Husein aseguró: "Ésta es una era norteamericana", y en la práctica "las resoluciones de la ONU son resoluciones de EE UU, no de la ONU". Pérez de Cuéllar replicó: "Estoy de acuerdo con esto, aunque decirlo me puede hacer daño".
La transcripción iraquí de la conversación entre Pérez de Cuéllar y Husein ha sido publicada en Ammán por el diario jordano Al Dustur. El diálogo, que se resume a continuación, discurrió en los siguientes términos.Pérez de Cuéllar. Yo vine a Irak sin un plan previo, ni tampoco hablando por la ONU ni por el Consejo de Seguridad. Todo el mundo me pedía que hiciera esta visita, no sólo los presidentes de muchos países, sino también el Papa y los pueblos, para buscar la paz en esta zona.
A lo mejor le extraña que uno de los presidentes que me pedía que viajara a Irak fuese el de EE UU. Hablé con él cuatro veces desde el sábado pasado. Yo le garantizo que no soy portador de ningún mensaje ni traigo ninguna oferta de persona alguna. Yo sólo me represento a mí mismo. Recuerde que no estoy alineado con nadie. Usted me conoce desde que medié entre Irak e Irán. Y hoy también me entrevisto con usted con el mismo espíritu y con la misma claridad.
Quisiera viajar esta noche, porque tengo que estar en Europa mañana. Aunque no estoy encargado de hacer este viaje por el Consejo de Seguridad, mis deberes me obligan a estar mañana en Europa, y usted, como militar, sabe qué significa la firmeza en los deberes.
Sadam Husein. Para que usted sepa, yo no he estudiado ciencias militares ni un día. Soy un civil.
P. C. Estamos de acuerdo. Yo me refería a que usted es jefe de las Fuerzas Armadas, por eso le considero un militar. Mi deber es informar al Consejo de Seguridad de la ONU sobre esta conversación. ¡Si usted es un civil, existe entonces una competencia con mi amigo Tarek Aziz!
S. H. Eso lo pueden resolver entre ustedes.
P. C. Usted sabe que Irak es miembro de la ONU, y actúa, conforme a las leyes de la organización, aceptando todas las resoluciones que salen de la Asamblea General. Las resoluciones del Consejo de Seguridad obligan a todos los miembros. Por desgracia, en la historia de la ONU sabemos que algunas resoluciones tomadas por el Consejo de Seguridad no han podido ser ejecutadas, y yo sé el sentimiento de ustedes por eso. Como amigo de su país, quisiera que ustedes no repitan los malos ejemplos.
Mis deberes no me permiten insistir en todas las resoluciones y yo sé que usted, como dirigente de un Estado, lo sabe bien. Mi único interés es prestarles ayuda para evitar la guerra y solucionar el problema. No estoy aquí para interferir en sus decisiones, sino para saber de qué manera podemos llega¡ a resolver el problema y mantener la paz. Una semana antes de venir a Irak me entrevisté con el presidente Bush y le anuncié mi decisión de entrevistarme con usted.
La posibilidad de la paz
No puedo asegurar lo que cada uno piensa, pero Bush me dijo que quiere resolver el problema sin guerra. Después de la reunión de Ginebra [encuentro Baker-Aziz] Bush me telefoneó para decirme que había escogido todos los aspectos buenos de la conversación. Eso fue el día en que yo iba a salir para Irak. Le pregunté si le podía decir a usted que Estados Unidos quería resolver el problema sin guerra, y me contestó: "Ya que todo el mundo cree que EE UU tiene en sus manos la posibilidad de la paz, dígale a Sadam que prefiero la paz".
Sé que usted es un hombre que respeta la ley. En este mundo no sólo necesitamos la paz, sino también la justicia, porque la paz sola no es suficiente para que todo el mundo esté satisfecho. Sé bien que hay muchas resoluciones que salieron del, Consejo de Seguridad, y usted sabe bien que yo río soy responsable de esas resoluciones. Sólo soy un testigo, porque no tengo voto. Estoy de acuerdo en presentarlas de una forma aceptable. Ustedes tomaron la primera iniciativa para -reducir la tensión en el área al decidir liberar a los -extranjeros de Irak, decisión que estaba en línea con la primera resolución de la ONU.
P. C. Esa resolución prestó atención a la Liga Árabe y su participación en la solución de la crisis. Creo que es positivo hacer de esto una de las bases sobre las que se puede empezara trabajar. Como hombre de origen hispano, me siento más cerca del mundo árabe y del pueblo palestino. Por eso no dudé en llamar la atención de la ONU convocando una conferencia internacional de acuerdo con las resoluciones de la Asamblea General.
Antes de llegar aquí me entrevisté con los ministros de la Comunidad Europea. Saqué la buena impresión de que todos, aunque en diferente escala, estaban de acuerdo en buscar una solución a la crisis. Hasta Bush, el sábado, reconoció la necesidad de resolver el problema palestino. No quiero discusiones con usted sobre este problema, en cuya solución ustedes tienen un papel principal. Vine aquí para no perder la esperanza de resolver el problema en general,y lo más importante, no perder la oportunidad de ayudar a los hermanos palestinos.
Es lógico que tratemos de ayudarles a resolver ese problema. Sé que usted es valiente, conozco su comportamiento durante la guerra con Irán y reconozco sus esfuerzos unilaterales para acabar aquel conflicto bélico. Quisiera que usted repitiera ahora iniciativas para resolver esta crisis.
S. H. Nunca antes las Naciones Unidas habían tomado tantas medidas contra un país como han tomado contra Irak. A nosotros no nos extrañó mucho que algunos países no entendieran nuestra incorporación de Kuwait; sabemos que la comunidad internacional no va aplaudir cuando ve que desaparece un país miembro de la ONU. Pero nosotros hemos tratado de explicar el porqué, y nos pueden pedir todos los documentos que quieran para saber por qué lo hicimos, y estamos seguros de que van a entender.
Oportunidad de defensa
No pueden condenar al acusado sin darle oportunidad de defenderse. Usted es el secretario general de la ONU, y, sin embargo, no ha podido conseguir que el avión del ministro de Exteriores de Irak obtuviese permiso para aterrizar en Estados Unidos para exponer su defensa.
P. C. Traté de hacerlo.
S. H. Sí, yo sé eso. Usted sabe que no hay ninguna justicia en el mundo que no permita al acusado exponer su defensa. En la práctica, las resoluciones de las Naciones Unidas son resoluciones de EE UU, no de la ONU, y Estados Unidos está utilizando esas resoluciones de acuerdo a sus intereses políticos. Nosotros respetamos la paz y la justicia, pero no la paz sin justicia. Israel se incorporó Jerusalén y los altos del Golán y EE UU no ha enviado tropas para expusarles. Todas las resoluciones que Estados Unidos quiere que sigan adelante, siguen; pero las que ellos no quieren, no siguen, y no decide el Consejo de Seguridad.
P. C. Estoy de acuerdo con esto, aunque decirlo me puede hacer daño.
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