Postura insolidaria
La situación de cansancio que alegan los ginecólogos del hospital Severo Ochoa, en Leganés (Madrid), se produce también en el hospital de Mostoles. Ambos centros sufren indirectamente las consecuencias de la objeción de conciencia que ejercen de forma generalizada la mayoría de los médicos públicos. Una objeción que Javier Salmeán no duda en calificar de "insolidaria". Se da el caso, incluso, de que los facultativos manifiestan su objeción de conciencia según las características concretas del aborto. Así, en muchos hospitales; que sí realizan IVE (interrupción voluntaria del embarazo) se niegan, en cambio, si se trata de mujeres portadoras del virus del sida."El año pasado atendimos unos 60 IVES de mujeres portadoras del sida. En el norte se niegan a hacerlas porque son casos dificiles, de muchas semanas de gestación. Se trata generalmente de mujeres heroinómanas que tardan en enterarse de su embarazo. Para atenderlas se inutilizan dos camas, porque están aisladas, y la inducción del aborto suele ser un proceso largo."
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