Ofensiva diplomática alemana para rentabilizar sus ayudas
El Gobierno de Bonn inicia hoy una ofensiva diplomática destinada a sacar rentabilidad política a las numerosas ayudas concedidas a diestra y siniestra en los últimos días. El primer ministro británico, John Mayor, llega esta mañana a la capital federal alemana para entrevistarse con el canciller Helmut Kohl. Por la tarde, el ministro de Exteriores, Hans Dietrich Genscher, recibe a sus homónimos español e irlandés, y parte después hacia Egipto, Siria y Jordania. A su vuelta a Bonn, Genscher se encontrará con Alí Akbar Velayati, jefe de la diplomacia de Teherán.El ministro de Defensa, Gerhard Stoltemberg, sale también hoy hacia Italia y, posteriormente, a Turquía, donde tiene previsto visitar a las tropas alemanas desplegadas en las bases cercanas a la frontera iraquí. Esta semana finalizará el despliegue de los 800 soldados alemanes enviados a las bases turcas de Erhac y Diyarbakir.
Major llega a Bonn después de haber conseguido 1.000 millones de marcos (unos 62.000 millones de pesetas) en ayuda adicional alemana para el esfuerzo bélico, así como gran cantidad de material de alta tecnología para las tropas británicas en el Golfo. Pero tanto la visita de Major como la de Fernández Ordóñez y el ministro de Exteriores irlandés parecen estar además relacionadas con la nueva iniciativa franco-alemana de defensa europea, según aseguraban ayer fuentes diplomáticas.
El ministro de Exteriores alemán tendrá que desplegar sus habilidades diplomáticas en su viaje a Oriente Próximo, donde es previsible que encuentre fuertes críticas a su reciente viaje a Israel y a la ayuda económica y militar que ha seguido al mismo. Damasco, por ejemplo, ya ha mostrado su descontento por la entrega de diversos tipos de misiles a Israel, así como de los llamados blindados olfateadores, unos vehículos dotados con alta tecnología que, mediante sistemas informáticos, son capaces de detectar todo tipo de armamento nuclear, biológico o químico. Según Siria, la posesión de estos artilugios por los israelíes podría contribuir a desestabilizar aún más la región.
Fuentes gubernamentales de Bonn indicaron que, para compensar las críticas a su excesivo apoyo a Israel, Genscher ofrecería a Egipto ocho vehículos de estas mismas características, aunque provenientes del armamento heredado del antiguo Estado alemán comunista. Estas mismas fuentes explicaron que el jefe de la diplomacia alemana ofrecerá ayuda económica a Siria y a Egipto, ambos miembros de la coalición contra Sadam, así como a Jordania.
Bonn pretende así asegurarse un papel en el futuro posbélico de Oriente Próximo. No lo tiene fácil la diplomacia alemana. Fuentes diplomáticas en Bonn criticaban esta obsesión de la nueva Alemania por "estar a bien con absolutamente todo el rnundo". El mejor ejemplo de las dificultades que van surgiendo es la negativa de Moscú a que uno de los gigantescos aviones de transporte Antonov 124, con tripulación soviética y fletado por una empresa holandesa, volara a Turquía transportando material bélico alemán.
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