Los militares soviéticos temen el poderío de EE UU

El mensaje que el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, envió el sábado a Sadam Husein refleja la creciente presión a que se ve sometida la actual política exterior del Kremlin en el interior de la URSS. El complejo de la industria militar está descontento por la alianza con Occidente y la posición antiiraquí de la URSS, y un político tan influyente como Borís Guidáspov, secretario del Comité Central del PCUS y jefe de los comunistas de Leningrado, ha señalado la urgente necesidad de elaborar nuevos programas militares para evitar que la URSS se convierta en "una potencia de segunda categoría".

Borís Guidáspov, que ha sido, director general de la más grande empresa militar de Leningrado, declaró al semanario Glásnost: "Los acontecimientos en la zona del golfo Pérsico han influido mucho en mis reflexiones. Allí hemos visto la técnica militar norteamericana de vanguardia ( ... ) y seguramente nos esperan otras sorpresas impresionantes ( ... ). Y si ya ahora no elaboramos nuevos programas [militares], dentro de poco realmente nos convertiremos de un gran país al que todos respetan en una potencia de segunda categoría".De la gran presión ejercida sobre Gorbachov también da testimonio el hecho de que no hay día en que el diario Pravda no publique un artículo criticando las acciones de EE UU en el golfo Pérsico. El jueves pasado este periódico escribía en un editorial que "la operación realizada bajo la bandera de la ONU se está convirtiendo en una matanza sangrienta" y acusaba a EE UU y a la Alianza Atlántica de haber convertido 1a península Arábiga en un polígono para probar sistemas de armas superprecisos".

EE UU, "gendarme mundial"

En su mensaje del sábado, Gorbachov anunció el envío inmediato a Bagdad de un representante personal y. reiteró su fidelidad a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, subrayando su preocupación por el hecho de que las acciones militares en el Golfo amenazan con rebasar los marcos del mandato acordado por la comunidad mundial.

El viernes el renombrado comentarista Vsévolod Ovchínnikov publicaba en Pravda un artículo titulado 'Petróleo que huele a sangre', en el que decía que "Ios círculos conservadores de Estados Unidos incitan a Washington a desempeñar el papel de gendarme mundial" y que "la misión de liberar a Kuwait se puede transformar en una acción neocolonialista en aras de otros objetivos: ocupar posiciones clave en la lucha por los recursos energéticos y así garantizar a los monopolios norteamericanos una situación dominante en la economia rnundial".

Y en su último número, Pravda se mostraba preocupado por los intereses de: la Unión Soviética en Oriente Próximo. "Nuestros intereses en esta región no son menos importantes que los nortearriericanos, y debemos desempeñar aquí un papel propio", escribía Tomas Kolesnichenko desputés de decir que la "campaña propagandística" realizada por EE UU antes de la guerra "pasará a todos los manuales de diplomacia".

En favor de Sadam

En este coro antinorteamericano, al que hay que agregar los artículos publicados diariamente por periódicos francamente conservadores como Soviétskaya Rossiya, hay algunas notas disonantes, corno los comentarios de Nezavísimaya Gazeta.

Este diario independiente pronosticaba el sábado que la URSS haría próximamente un intento mediador en la guerra del golfo Pérsico, pero advertía que tratar de lograr su cese objetivamente iba en favor de Sadam Husein, y cualquier intento de salvar al régimen iraquí está condenado al fracaso.

El enviado de Gorbachov, Yevgueni Primakov, que ya se reunió el pasado octubre en dos ocasiones con Sadam Husein y que intentó inútilmente de persuadirle para que retirara sus tropas de Kuwait, era esperado ayer en Bagdad. Fuentes diplomáticas árabes, citadas p'or la agencia Reuter, aseguraban ayer que Primakov no es portador de una iniciativa de paz sino de una advertencia a Sadam por parte de Moscú sobre las "graves consecuencias que tendría para Irak" el mantenimiento de sus tropas en el emirato.