La batalla del Eurofed

La carrera por lograr la sede del futuro Banco Central Europeo (Eurofed) acaba de abrirse con el nuevo año. Varias ciudades europeas -entre ellas Barcelona y Valencia- han decidido optar a la sede del Eurofed. Pero mientras que las autoridades locales de Barcelona, Valencia, Amsterdam, Francfort, Milán y Lyón empiezan a moverse con mayor o menor sigilo, las máximas instancias políticas de estos países guardan silencio. Falta un año para que se tome una decisión sobre la sede, y la apuesta es demasiado grande para dar pasos en falso. En medios oficiales de distintos países se afirma que en Europa hay demasiadas cosas en juego como para que nadie consuma cartuchos de esta envergadura.

La creación del Eurofed, prevista inicialmente para 1994, es un proyecto que está aún poco elaborado. Los países de la CE deben concretar el papel que ha de, desempeñar el Eurofed. Su verdadera importancia dependerá de su grado final de autonomía de los Gobiernos. En opinión de muchos, el camino que hay que seguir es el del Bundesbank, el banco central alemán, que acaba de dar una nueva muestra de independencia subiendo su tipo de interés básico para seguir teniendo la inflación bajo control, en contra de las recomendaciones de los siete países más potentes del mundo (G-7).Con todo, se pretende crear un banco central capaz de coordinar la política monetaria de los países miembros, emitir moneda en ecus -aunque ésta sólo será de curso legal en los países que así lo decidan-, realizar pagos en ecus de las instituciones comunita.rias y velar por que los fondos depositados en el ban¿o no sufran depreciaciones.

A diferencia del proceso decisorio que se sigue, por ejemplo, en la nominación de las sedes olímpicas, en el caso de la designación de la sede del Eurofed no habrá votación. No habrá día D. La ciudad que resulte ganadora deberá desarrollar una intensa campaña de promoción y buscar respaldos de primer orden en toda Europa. En el fondo, "la decisión la van a tomar los ministros de Economía comunitarios", aseguran fuentes de la candidatura barcelonesa.La opción catalanaCuando está prácticamente descartado que sea una capital de Estado comunitario la sede del Banco Europeo, y tras unas semanas de tantear las posibilidades de la candidatura, Barcelona y Valencia han comenzado a tomar posiciones para optar al Eurofed.

La Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona han alcanzado un rápido acuerdo para impulsar una candidatura común, que tomará cuerpo en los próximos días. La apuesta es muy difícil. Barcelona deberá competir con ciudades como Lyón, Milán, Arristerdarri o Francfort, todas con candidaturas aún oficiosas pero que han comenzado a sonar entre los bastidores europeos.

La candidatura barcelonesa iniciará inmediatamente una serie de contactos con las altas esferas de la Administración en busca de respaldo oficial antes de hacer pública la candidatura en la Comunidad. El Rey, el presidente del Gobierno, el ministro de Economía, los presidentes de los grandes bancos y el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, figuran ya en la agenda de los contactos previstos.

Este último ha sido el primero en comprometerse públicamente, y ha afirmado en Barcelona que el banco emisor respalda la candi datura barcelonesa. El financiero Antoni Negre ha sido encargado de promover la candidatura, y podría ser el comisario de la misma, con el especialista financiero Ángel Lorente como director general.

La presentación de una buena candidatura lleva implícita la creación de un distrito financiero para el Eurofed. En ese distrito trabajarían en torno a 10.000 personas en una primera fase. El Ayuntamiento de Barcelona ha empezado ya a estudiar los posibles espacios urbanos capaces de albergar este distrito, cuya construcción tendría un coste no inferior a 25.000 millones de pesetas, según estimaciones preliminares de la candidatura barcelonesa.Mientras, en Europa comienzan a aparecer precandidaturas, algunas de ellas con grandes posibilidades de éxito. Francfort aparece como clara favorita como sede del Banco Central Europeo si llega a formalizar su candidatura, dado el peso alemán en la Comunidad. Sin embargo, un posible veto alemán a la candidatura francesa y viceversa aumentaría claramente las posibilidades de españoles, italianos y holandeses para acoger la futura sede del Banco Central Europeo.