La Guardia Civil busca en Pozuelo el cadáver de un hombre enterrado por una red de estafadores
La Guardia Civil busca desde hace 20 días el cadáver de José Luis González Fernández, joven de 23 años presuntamente asesinado en un chalé de Pozuelo de Alarcón (Madrid) en septiembre de 1989. La confesión voluntaria de uno de los coautores del supuesto crimen dio inicio a una investigación judicial para desmantelar una mafia de estafadores que operaba en Lugo y en Madrid, a los que se les imputan delitos por un valor de 1.400 millones de pesetas. Hasta el momento hay dos personas detenidas, aunque el principal sospechoso, David Díaz Fernández, sigue en paradero desconocido.
"Las diligencias se han iniciado a partir de una confesión voluntarla de los hechos del sujeto que tenemos preso en la cárcel de Carabanchel", explicó ayer Justo Rodríguez Castro, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda (Madrid), que tramita el sumari por el presunto asesinato de José Luis González. Este joven natural de Castro Caldelas (Orense), pasó de ser una per sona desaparecida a la víctima de un crimen, a expensas de que en los próximos días sea encon trado su cadáver. Su amigo José Carlos Anllo, tras año y medio de silencio, declaró ant el juez haber participado, como coautor, junto a David Díaz en su muerte.Con un cinturón
El relato efectuado por Anllo ante el juez es preciso en detalles: la víctima murió estrangulado por el cinturón de la gabardina de David Díaz, en un chalé que éste tenía en el número 9 de la calle de Antonio Rodríguez, en Pozuelo de Alarcón. Acto seguido ambos introdujeron el cadáver en un coche y lo enterraron en un terreno próximo a la carretera que une Majadahonda y Pozuelo. En las tareas de enterramiento también participó presuntamente el abogado lucense Roberto Huerta, según las declaraciones de José Carlos Anllo. Este letrado está internado en cárcel de Bonxe (Lugo), acusado de encubridor del crimen.
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El FBI busca al principal encausado en el crimen por una estafa en Venezuela
Viene de la página 1La investigación judicial sitúa la fecha del presunto homicidio entre el 15 y el 18 de septiembre de 1989, ya que tanto José Carlos Anllo como Roberto Huerta dicen haber viajado con David el día de los hechos a Medina del Campo (Valladolid) para disfrutar de las fiestas locales. Desde la cárcel, Roberto reconoce haber estado en el chalé- en esas fechas. "Vamos a suponer que todo eso fuera cierto, y que ambos, José Carlos y David, matasen al joven. ¿Qué ganarían ambos con enseñarme a mí el cadáver?", se pregunta el abogado Roberto Huerta, quien niega su participación en los hechos.
El principal encausado por este presunto delito es David Díaz, quien llegó a Lugo en 1985 para reflotar una empresa de suministros eléctricos en quiebra, RTR, y huyó de la ciudad al cabe de cuatro años después de que numerosas empresas interpusieran querellas en los juzgados lucenses acusándole de presuntos delitos de estafa.
Las tareas de movimiento de tierras para desenterrar el cadáver de José Luis son laboriosas, puesto que la excavadora de la Guardia Civil tiene que retirar una capa de relleno de ocho metros de espesor depositada en la finca a raíz de las obras de acondicionamiento de la carretera. Tras 20 días de pacientes trabajos no se han encontrado, indicios de los restos d el cadáver, aunque el juez se muestra optimista: "El detenido José Carlos Anllo insiste que en ese lugar se prodillo la ocultación del cadáver".
David Díaz cumplió una condena de dos meses por intento de parricidio en la persona de su padre, al que propinó una paliza hace 15 años. Tras salir de prisión, viajó a Venezuela, país de donde tuvo que huir por haber estafado a la Mafia y con una orden de busca y captura emitida por el FBI norteamericano.
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