Un líder disidente cubano, condenado a tres años de 'libertad limitada"

El disidente cubano Samuel Martínez Lara, dirigente del ilegal Partido Pro Derechos Humanos (PDH), fue condenado ayer en La Habana a una pena de tres años de "libertad limitada" cuyo principal efecto consiste en tener que presentarse ante el tribunal cuando éste lo solicita, y no cambiar de residencia.

La condena causó sorpresa general ya que es baja comparada con los siete años de cárcel que el mismo tribunal aplicó el pasado julio, por los mismos cargos de rebelión y actos contra la seguridad del Estado, al disidente Esteban González, del Movimiento de Integración Democrática. A la apertura del juicio contra Martínez Lara -ante la presencia de periodistas extranjeros y diplomáticos occidentales-, el fiscal Jorge Bodez había solicitado una condena de cinco años de cárcel y tres años de "vigilancia especial". Otro motivo de sorpresa fue el hecho de que el caso de Martínez Lara fue disociado de los de otros ocho disidentes -entre los cuales figuran siete miembros del PDH- que habían sido detenidos, al igual que él, a principios del pasado marzo. Todos ellos fueron juzgados en noviembre bajo la acusación de asociación ilícita y condenados a penas de libertad limitada.Entre estos condenados figuraba Tania Díaz Castro, ex secretaria, al igual que Martínez Lara, del PDH, quien el pasado verano declaró públicamente "haber sido manipulada" por Estados Unidos".

Martínez Lara, psiquiatra de 38 años, fue acusado de planear "la toma del poder político y el derrocamiento del sistema socialista" y admitió haber tenido contactos con funcionarios de la sección de intereses norteamericanos en La Habana, pero negó haber sido manipulado. Los testigos citados por el fiscal durante el Juicio han ilustrado la amplia infiltración en el PDH de los servicios de seguridad cubanos, uno de cuyos agentes, Humberto de Jesús Lemus, fue incluso nombrado presidente de la comisión obrera del grupo.