Siete muertos al bombardear Israel posiciones palestinas en el sur de Líbano

ENVIADA ESPECIAL Seis cazabombarderos israelíes arrojaron al menos 30 misiles durante 20 minutos, en la mañana de ayer, sobre posiciones guerrilleras palestinas situadas en la región de lqlil el Tuffah, al sureste de Sidón, en el sur de Líbano, a 15 kilómetros escasos de territorio libanés, ocupado por Israel desde 1985, conocido como zona de seguridad. Seis guerrilleros y un civil -el panadero que en ese momento iba a llevarle al pan al comandante en jefe de Al Fatah- murieron y 22 guerrilleros y 6 civiles resultaron heridos.

El ataque se produjo un día después de que el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, declarara que no volverán a repetirse ataques palestinos con misiles Katiuska -que se iniciaron hace una semana contra la zona de seguridad-, y supone una seria advertencia para las ilusiones palestinas de abrir un nuevo frente de la guerra del Golfo al sur del Líbano. Siete bases palestinas fueron prácticamente destruidas por el ataque israelí, así como la sede del partido libanés proiraquí en el pueblo de Baisur. Las baterías guerrilleras palestinas se encontraban en las localidades de Sarba, Houmine, Arab Salim, Orayeh, Jinsaya y Mharbiyeh, en las montañas, al sureste de Sidón.

Pánico en Sidón

El pánico cundió en la zona, y especialmente en la ciudad de Sidón, que a esa hora -las 10.30 hora local- experimentaba el mayor aflujo de tráfico. Los aviones también sobrevolaron los campos palestinos de Ain el Helue y Mie Mie, en donde viven al menos 150.000 refugiados palestinos.

En las montañas de Iqlil el Tuffah, donde trufadas de guerrilleros palestinos y milicianos islámicos proiraquíes que esconden su artillería entre los naranjales, el ataque se analizaba, bajo la urgencia del momento, como una advertencia de que Israel puede arrasar en cualquier momento. "Para atacarnos no necesitan aviones. Mire allí enfrente. Están allí. Pueden alcanzarnos con artillería. Si usan aviones, algo quieren decir", comentaba a este periódico un fedayin, cerca del lugar de los hechos.

.El comandante militar, cuyo nombre de guerra es Abu Ashraf, repetía la consabida consigna de guerra palestina: "Nada nos detendrá. Lucharemos incluso si nuestras únicas armas son las rocas de esta rnontaña".