21 plantas para potabilizar el agua

Arabla Saudí dispone de 21 plantas desalinizadoras que abastecen de agua a la poblacíón y también a la agricultura. De la importancia que el agua tiene para los saudíes da idea el hecho de que cuatro organismos gubernamentales, entre ellos dos ministerios, tienen competencias sobre ella, mientras que los proyectos para disponer de reservas y garantizar el abastecimiento son tan variados que van desde las investigaciones para provocar nubes artificiales que produzcan lluvia sobre el desierto hasta el estudio para trasladar icebergs desde el Polo Sur, sin olvidar la exploración del subsuelo, que, de momento, ha proporcionado mejores resultados que otras ideas más imaginativas. Así, por ejemplo, la zona de El Dawari, en el centro de Arabla Saudí, ha aumentado de forma considerable su producción agrícola gracias a la explotación de un lago situado a 800 metros de profundidad con una extensión de 80 kilómetros de largo por 30 de ancho, según informaba el diario Le Monde.Pero la principal fuente de abastecimiento de agua es el mar, y especialmente las aguas del golfo Pérsico, a través de las plantas de Jeddan, Al Knobar y Juabil. Las plantas de desalinización reparten el agua entre las poblaciones del Este a través de largas tuberías que discurren paralelas a las que transportan el petróleo. Tuberías construidas en los últimos 15 años, en su mayoría, por empresas extranjeras, como la alemana Mannesmann, que construyó la mayor tubería del mundo en el este del país, con 910 kilómetros de largo, según informó el Financial Times.

El mar Rojo

En el Oeste, el triángulo que forman Madina, Yedá y La Meca, una de las áreas más pobladas del reino, las instalacíones fueron construidas por la empresa japonesa Mitsubishi y abastecen a la población de agua procedente del mar Rojo, mientras que diversas depuradoras reciclan la utilizada en las ciudades para el consumo agrícola.

Según el ministro saudí de Agricultura y Agua, Abderramán al Cheij, las plantas se hallan protegidas contra una eventual contaminación por petróleo. Además de los Filtros pertinentes, que fuentes estadounidenses dudan que sean capaces de soportar la marea negra, realizan la toma de agua a cinco metros de profundidad, donde no llega el petróleo vertido, que se mantiene en la superficie.

Un segundo elemento para el optimismo de los saudíes es el hecho de que el crudo vertido sea de un tipo ligero y vo~ látil, que se evapora en un periodo no excesivamente largo, aunque este optimismo no es universalmente compartido.