La gigantesca marea negra arde en aguas el golfo Pérsico
La gigantesca mancha de crudo vertida al golfo Pérsico, equivalente a ocho millones de barriles, comenzó a arder ayer. Tanto EE UU como Irak niegan haber incendiado este mar de petróleo que se desplaza hacia las costas saudíes. Según expertos, prender fuego a una marea negra de 56 kilómetros de largo por 12 de ancho, que puede convertirse en la mayor contaminación por petróleo de la historia, además de interferir las operaciones militares en marcha, limitaría los daños al medio ambiente. Bagdad lanzó anoche nuevos ataques con misiles contra Israel y Arabia Saudí, sin causar víctimas.
Washington y Bagdad siguen acusándose de la catástrofe, y la Casa Blanca anuncia que enviará a la zona técnicos en la lucha contra la contaminación. Arde el agua. pero también el aire y la tierra.La artillería estadounidense sometió ayer a un intenso bombardeo las posiciones iraquíes en Kuwait. En la batalla aérea, dos aparatos norteamericanos fueron derribados por los iraquíes, que a su vez perdieron tres aviones, mientras otros siete de la misma bandera (24 según el Pentágono) aterrizaban en Irán. El secretario de Estado, James Baker, afirma que el Gobierno iraní, que se ha declarado neutral, ha garantizado a EE UU que los aparatos quedarán retenidos hasta que finalice la guerra.
Anoche, mientras llegaban a Madrid 25 españoles repatriados de Jordania y Siria por un Hércules de la Fuerza Aérea, los militares iraquíes lanzaron su sexto ataque con misiles contra Israel -Haifa y Tel Aviv- y el quinto contra Arabia Saudí, con objetivo Riad. No hubo víctimas: como en jornadas precedentes, los cohetes Scud fueron destruidos en vuelo por los misiles Patriot.
Las manifestaciones contra la guerra, alguna. de ellas masivas, se sucedieron ayer en Europa y Estados Unidos. En Bonn, la capital federal, se lanzaron a la calle alrededor de 200.000 alemanes.
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