Baker y Besmértnij estudian aplazar la próxima reunión entre Bush y Gorbachov
El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Alexandr Besmértnij, y el secretario de Estado de EE UU, James Baker, discutieron ayer en Washington el aplazamiento de la cumbre entre las dos superpotencias, prevista inicialmente para los próximos días 11, 12 y 13 de febrero, en Moscú. Durante la reunión se discutió un cambio de fechas e incluso, se barajó la posibilidad de que la entrevista entre el presidente estadounidense, George Bush, y el líder soviético, Mijail Gorbachov, se celebre en un país neutral.
Besmértnij, quien llegó a la base aérea de Andrews a bordo de un avión de Aeroflot, declaró que la guerra del golfo Pérsico y la situación en las repúblicas bálticas pueden variar las relaciones entre las dos superpotencias, aunque reconoció que los lazos que unen ambos países se fundamentan en lo que denominó "una base sólida".Besmértnij es el sucesor de Edvard Shevernadze y hasta hace dos semanas era el embajador soviético en Washington. El ministro de Exteriores soviético es un perfecto conocedor de la sociedad y la política norteamericanas. Ayer, poco antes de que se iniciase su encuentro con Baker, que a la hora de cerrar esta edición aún no había concluido, el diplomático soviético advirtió a Estados Unidos que no cause demasiados daños a Irak y, explicó que "los soldados, la población civil y la infraestructura" de ese país no deben convertirse en "víctimas de lo que está ocurriendo". El ministro de Exteriores soviético recordó que la destrucción de Irak no está cubierta "por las resoluciones del Consejo de Seguridad".
Sobre la próxima reunión entre George Bush y Mijail Gorbachov, el diplomático soviético declaró: "Soy optimista sobre la necesidad de que se celebre la cumbre pero debemos discutir sus circunstancias y calendario".
The New York Times publicó ayer que Baker pensaba comunicar a su colega que EE UU retrasaría indefinidamente la cumbre, a no ser que Besmértnij diese garantías de que Moscú cambiará su política sobre las repúblicas bálticas.
Washington también quiere que Moscú anuncie las concesiones necesarias que permitan concluir las negociaciones del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START).
La Casa Blanca, que no negó la información del periódico, ha confirmado que aún se está trabajando en el documento final del tratado cuya firma está todavía pendiente de que se superen algunos obstáculos. Uno de ellos, el principal, es que algunos congresistas y funcionarios del Pentágono consideran que la Unión Soviética no ha cumplido todavía los términos de los acuerdos sobre armas convencionales firmados en París el pasado noviembre y que algunas cifras de reducción y, destrucción de armamento presentadas por los soviéticos no se ajustan a la realidad.
Besmértnij tiene previsto entrevistarse mañana, lunes, con el presidente George Bush, a quien entregará una carta personal de Mijaíl Gorbachov, cuyo contenido no ha trascendido.
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