La pobreza seguirá empujando masivamente a los magrebíes hacia España en los próximos años
La inmigración magrebí en España seguirá aumentando notablemente en los próximos años, y, si no se adoptan las medidas adecuadas de integración, se agudizarán los problemas sociales con esta población. Ésta es la previsión de expertos que participan en el seminario que se está impartiendo en el Instituto Universitario Ortega y Gasset sobre La inmigración magrebí en España. El profesor Bernabé López, director del seminario, ha dicho que la guerra del golfo Pérsico puede abrir, sea cual sea su resultado, un foso en las relaciones de los españoles con los inmigrantes marroquies, argelinos y tunecinos.
El colectivo de magrebíes en España se eleva en estos momentos a unos 75.000 inmigrantes (14.000 legales y cerca de 61.000 Ilegales), según cifras facilitadas en el seminario por el sociólogo Walter Actis, autor, junto con Carlos Pereda y Miguel Ángel de Prada, del estudio La inmigración en España, realizado para Cáritas."Pero esto no es nada comparado con lo que se avecina porque, con consecuencias de la guerra del Golfo o sin ellas, los magrebíes van a seguir llegando a España y no porque busquen el disfrute sino porque huyen de situaciones económicas dramáticas que se viven en sus respectivos países de origen y que no tienen visos de que puedan ser solucionadas a corto o medio plazo", señala Actis.
¿Por qué se ha producido la inmigración magrebí en España?. Actis responde alejándose de teorías estrictamente demográficas. "Se ha puesto un énfasis excesivo en los temas demográficos y se ha dicho que como son muchos más y se reproducen más facilmente los habitantes del sur se han venido hacia el norte. Yo acudiría a argumentos de tipo económico: son países pobres que no tienen fundadas esperanzas de salir de esta penosa situación", responde Actis.
Hasta los años 80 España era un país de emigrantes y ahora se está convirtiendo en un país de inmigración. Según datos oficiales el Ministerio del Interior ha dado permiso de residencia a unos 400.000 extranjeros. De éstos, 14.000 son marroquíes legales, 700 argelinos y 300 tunecinos. Marruecos es, por tanto el gran exportador de emigrantes del Magreb hacia españa. La mayor parte de ellos proceden de zonas agrícolas.
Flujos de inmigrantes
Antes de 1975 se había producido dos flujos de inmigrantes del Magreb, uno masivo hacia Ceuta y Melilla y otro de goteo de marroquíes hacia la península, especialmente para trabajar en obras públicas. Por esta vía la colonia marroquí en España fue la segunda después de la portuguesa. Ahora la mayoría de estos inmigrantes son hombres que vienen a trabajar en la agricultura, la construcción o el comercio ambulante. Sólo un 3% de los permisos de trabajo que se expiden a los magrebíes se refieren a profesionales. El 83% de estos permisios son para hombres y el 75% tienen entre 25 y 40 años.El 60% de los magrebíes que han llegado a España se han instalado en Cataluña (Barcelona, Baix Llobregat, Vic y Gerona) y en Madrid. El resto se ha asentado en Andalucía, Canarias, País Valenciano y Baleares. Mientras que los marroquíes ocupan puestos en Barcelona y Madrid los argelinos se instalan en el País Valenciano y los tunecinos se dispersan Por todo el territorio.
Los sociólogos denuncian las malas condiciones de vida que padecen los magrebíes "que viven hacinados en suburbios o en malas viviendas del extrarradio, con salarlos miserables y carentes de derechos", como dice Actis. El desconocimiento del idioma, la condición de ilegales en muchos casos y la falta de organización les hace ser muy poco o nada "batalladores" respecto a la exigencia de sus derechos.
Mientras el Gobierno, presionado por los países del norte de la Comunidad Europea, se plantea resolver la legalización de los magrebíes y aplicar una política de cupos (admitir sólo a los que pueden trabajar y vivir en condiciones dignas), las organizaciones sindicales no acaban de definir claramente sus posiciones frente al problema.
Por otra parte la población española expresa su relación con los magrebíes de forma contradictoria. Frente al "discurso oficial" de la "tradicional amistad con el mundo árabe" subsiste en niveles populares "el desprecio al moro". Según Actis el mayor grado de rechazo que se produce en la sociedad española se lo ]levan los gitanos y después los negros, los moros y los "sudacas".
Imaginario popular
Según Bernabé López, profesor titular de Historia Contemporánea del Islam en la Universidad Autónoma de Madrid, sólo un 3% de los espeñolos se interesan por los problemas del Norte de Africa. En su opinión el lazo de imaginario a imaginario popular es más fuerte en los árabes respecto a los españoles que al revés; "España está más en el corazón de los árabes que los árabes en el corazón de los españoles, aunque ellos tienen una vivencia especial de lo español, porque meten en un mismo saco a lo que supone la cultura del Al Andalus y a Julio Iglesias".
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