Tres opciones para la batalla decisiva
Los aliados, a medida que se desarrollan los acontecimientos en el conflicto del Golfo, tienen tres opciones claras de batalla decisiva para decidir la guerra en el plazo de tiempo previsto.La batalla decisiva es un concepto en el que las fuerzas ofensivas -en este caso la coalición multinacional- implican al enemigo en una confrontación en la que entra en combate la mayor parte de las fuerzas defensivas -en este caso las fuerzas de tierra iraquíes-, en un asalto que les dejará sin capacidad posterior para proseguir las operaciones militares, y así forzarles a la rendición.
Este asalto puede basarse en la experiencia obtenida en las batallas de carros de combate en Oriente Próximo., sobre todo la guerra sirio-israelí de octubre de 1973. Ese conflicto influyó en gran medida en las formulaciones del concepto de batalla tierra-aire -estrategia actual de EE UU-OTAN- También influyen las lecciones del ataque integrado tanque-avión, como se experimentó en la II Guerra Mundial en el Blitzkrieg (guerra relámpago), un uso revolucionario de la guerra móvil desarrollado por el general Hans Guderian en los años 3,3 y que tuvo su mayor éxito en la fulgurante derrota de Francia en mayo de 1940.
En el Golfo se dan tres posibles escenarios:
1. Una penetración en cuña en las líneas iraquíes en la frontera, para, romper las defensas en profundidad y dirigirse hacia al mar al norte de la ciudad de Kuwait. De este modo se dividiría el frente iraquí en dos. La batalla estaría acompañada de un ataque de la fuerza anfibia al norte de Kuwait.
2. Una operación por el flanco en el sector fronterizo entre Irak y Arabia Saudí, adyacente a la zona neutral y al oeste de la misma. Esta ofensiva evitaría las defensas iraquíes, para dirigirse hacia el noreste, dejando Kuwait a su (derecha, yendo hacia el mar en la zona de Basora y buscando la batalla en el sur de Irak, tras una operación de limpieza de las fuerzas iraquiés que quedarían encerradas en territorio kuwaití.
3. Un gran asalto a lo largo de la frontera entre Kuwait y Arabia Saudí con la intención de extenuar a las fuerzas defensivas, forzando a los iraquíes a mandar refuerzos. Esto obligaría al grueso de sus fuerzas a una batalla en el sur de Kuwait, con un asalto anfibio desde el oeste que rompa sus líneas de comunicación y suministro.
Las opciones iraquies se derivan de su experiencia de la guerra Irán-Irak y de la estrategia soviética de defensa en profundidad. Los generales soviéticos, sorprendidos por el rápido colapse de la defensa estática de la Línea Maginot en 1940, desarrollaron una estrategia defensiva en profundidad con un frente estático de vanguardia y uno móvil en segunda línea. La estrategia establece una serie de posiciones avanzadas fijas respaldadas por grupos de apoyo móvil mecanizado. El objetivo sería neutralizar cualquier ruptura de sus líneas de vanguardia o una hipotética penetración enemiga por los flancos.
La estructura de las fuerzas aliadas desplegadas en el área (tanques de alta velocidad Challenger y Bradley M-1, helicópteros de combate Apache, aviones de ataque A-10, y artillería de saturación con misiles de media y larga distancia MLRS, y antitanque BGM-71 B TOW), indica que la segunda opción es la vía más plausible a seguir.
El despliegue defensivo iraquí en el Frente sur demuestra que Bagdad espera un ataque como el referido en la segunda opción. Esto se deduce de la naturaleza de las defensas iraquíes, y su escaso número de carros de combate T-72, único equiparable a los blindados aliados. Todo ello podría inducir a los aliados a optar por la primera alternativa de ataque, ya que el alto coste en efectivos hace que la tercera opción sea inaceptable.
Andrés S. Serrano es master de Estudios sobre la Guerra del King's College de Londres.
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