_
_
_
_
GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

"¿Qué me ha hecho a mí Sadam Husein?"

Los soldados estadounidenses en el frente echan de menos el alcohol y las mujeres

La mayoría de los soldados de Estados Unidos en Arabia Saudí dan las respuestas de los libros de texto: -Estamos aquí para hacer un trabajo", -estamos defendiendo la democracia y el modo de vida americano" o "estamos aquí para liberar Kuwait". Un sargento fue un poco más lejos: "Me alisté para ir a la guerra y matar", dijo. Pero' dos hombres jóvenes de Artillería que encontré en la gasolinera el jueves reflejaron un punto de vista diferente.

Su unidad forma parte de la Big Red One, una división con base en Alemania normalmente, y se resienten de haber sido desenraizados de su vida de cerveza y comodidad en Augsburg.La conversación con Joe y Marvin, que no son sus nombres verdaderos, fue como sigue:

Marvin: Yo no creo en todo esto que estamos haciendo aquí. ¿Qué me ha hecho a mí Sadam Husein? A mí nunca me ha amenazado.

Joe: Envié una carta a casa con la frase "no sangre por petróleo" escrita en el sobre. Era como un chiste, pero ellos no lo aceptaron. Me llamaron y me preguntaron si me había vuelto objetor de conciencia o algo así. Mierda. Dije que sólo era una broma. Pero él tiene razón, yo tampoco creo en esta guerra.

Marvin: Odio este país... La gente aquí es ruda y poco amistosa. No pienso echar los restos por ellos.

¿Por qué se enrolaron?

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Marvin: No lo recuerdo. Supongo que necesitaba un trabajo. Sí, mataré si tengo que hacerlo. Apretaré el gatillo, sí.

Joe: Estamos aquí sólo porque nuestro coronel quiere llegar a general.

Marvin tiene una sonrisa socarrona y Joe es flaco y poco sonriente. Muestran una estudiada indiferencia respecto a las noticias sobre la guerra e incluso hacia el despliegue armamentístico a su alrededor. El objetivo principal de Marvin parece ser sacarles fotos a las mujeres saudíes, lo que va directamente contra las órdenes. Un coche aparece con una mujer en el asiento delantero, vestida de negro, a la que únicamente se le ven los Ojos. Marvin silba haciendo un adernán.

Joe: ¡Cuidado! Ahí viene su hombre y te va a clavar en las tripas esa navaja árabe.

Marvin: Odio este país.

Ambos cobran mil dólares al mes, además de un extra de 110 dólares al mes por estar aquí.

Joe: El rey dijo que nos pagaría un extra de mil dólares al mes a cada uno por estar aquí, pero Bush dijo que no, que no éramos mercenarios. ¿Por qué estamos aquí entonces" ¿Y por qué nos están dando un extra de 110 al mes? ¿Quién está pagando?, es lo que yo pregunto.

Marvin: Nos encontramos una rata en la tienda. Debe haberse metido cuando la enrollamos, porque al desenrollarla saltó. Se puso a correr alrededor, pero la cazamos y jugamos al fútbol con ella. Uno la tiró por el aire, y, otro trató de darle con un martillo, pero falló. Pero entonces la capturó de nuevo y la machacó con el martillo.

Joe: Eh, mira a ese gato, está comiendo pan. Debe estar muriéndose de hambre.

Marvin: No es un buen lugar éste para ser un gato. Odio este país.

Joe: Vamos, anda; tampoco está tan mal.

Marvin: Di una sola cosa buena de él.

Joe: se calla y Marvin ríe. Se quejan de la falta de alcohol y alimentos. Sin duchas, y, sobre todo, sin mujeres.

¿Qué me dicen de las mujeres en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos?

Joe: Son todas unas zorras. Todas. Me voy a coger una buena borrachera en el avión de vuelta a casa. Hueeee.

Marvin: Yo no. Yo tengo algo que hacer con mi novia cuando vuelva a casa. Odio este país. y lo diré otra vez.

Copyrigth: The Independent / EL PAÍS.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_