Japón aumenta su ayuda a la fuerza aliada en el Golfo con 9.000 millones de dólares
Japón anunció ayer que contribuirá con otros 9.000 millones de dólares para el mantenimiento de la fuerza multinacional desplegada en el golfo Pérsico y enviar, en caso necesario, aviones militares con fines no de combate para evacuar refugiados asiáticos. La prensa ya ha calculado que cada ciudadano tendrá que pagar, al menos, 10.000 yenes (7.000 pesetas) como contribución personal a resolver la guerra, asumiendo que el dinero tendrá que ser recaudado con impuestos. Por el momento, un aparato de Japan Air Lines (JAL), la principal línea aérea comercial del país, volará a El Cairo con el objeto de repatriar a un millar de vietnamitas afectados por la guerra.Esta iniciativa del Gobierno de Kaifu fue condenada ayer en tono de amenaza por el embajador iraquí, Rashid al Rifai, quien afirmó que la ayuda económica convierte a Japón en enemigo, y advirtió que Irak podría derribar cualquier avión militar japonés que vaya al Golfo, aunque no efectúe misiones de combate.
La nueva ayuda económica ha sido de inmediato criticada por los partidos de oposición, por estimar que con ese gesto se respalda el financiamiento de una guerra y, por consiguiente, se trata de una violación constitucional. El empleo eventual de aviones del Ejército ha suscitado también serias dudas sobre su legalidad. La Constitución prohíbe el envío de tropas al exterior, pero la postura oficial es de que la ley permite el transporte de aviones militares en casos de emergencia.
Fines no militares
El Gobierno no ha explicado todavía si pondrá alguna condición específica para que los 9.000 millones de dólares no sean destinados a fines bélicos ni tampoco cómo va a recaudarlos. El paquete económico tenía que haber sido anunciado el miércoles por la noche por el primer ministro, tras reunirse con varios dirigentes del gobernante Partido Liberal, pero las discrepancias obligaron a aplazarlo.
El portavoz del Gobierno, Misoji Sakamoto, explicó que Japón podrá donar nuevas cantidades en función de cómo evolucione el conflicto. Tokio había concedido hasta ahora 4.000 millones de dólares, repartidos a partes iguales para fines no militares de las tropas aliadas desplegadas en el Golfo y para Egipto, Jordania y Turquía, los tres países cuya economía se ha resentido más por el embargo comercial que impuso la ONU a Irak.
Estados Unidos, que ha mostrado varias veces su insatisfacción por la escasa colaboración, que, a su juicio, ha tenido Japón hasta el momento, pide ahora a Tokio, una vez que la guerra se ha hecho realidad, que sufrague, al menos, un 20% de la factura que le cuesta el conflicto a los norteamericanos y a sus aliados. Kaifu ha dicho al pueblo japonés que no puede ignorar una crisis mundial de tanta gravedad y que debe aceptar futuros sacrificios para la victoria del bloque aliado. Los socialistas, el principal grupo político de oposición, afirman que plantearán resistencia si el Gobierno trata de enviar los fondos sin explicar en qué van a ser gastados. Los liberales, en minoría en la Cámara alta, necesitan el respaldo de ésta para un aumento de impuestos.
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