Juan Pablo II condena los bombardeos
Juan Pablo II condenó ayer los bombardeos que se registran en la guerra del Golfo, pidió de nuevo que cesen cuanto antes los combates y subrayó que "la trágica realidad de estos días" hace aún más evidente, si cabe, "que con las armas no se resuelven los problemas, sino que se crean mayores tensiones entre los pueblos". El Papa hizo estas afirmaciones durante el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.El papa Wojtyla ha encontrado, curiosamente, un gran admirador y defensor en el líder político Achille Occhetto, secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI). Occheto, que ha concedido por' vez primera una entrevista a la revista Il Sabbato, cercana al movimiento conservador católico Comunión y Liberación, ha afirmado literalmente:
"Personalmente creo que la posición tomada por Juan Pablo II es un hecho de gran relieve".
En su discurso, Juan Pablo II afirmó que las noticias que le llegan sobre "el enorme empleo de medios y armas hace pensar en consecuencias muy graves". A su juicio, esto "supone una preocupación aún mayor es la posible y progresiva extensión del conflicto a todo Oriente Próximo".
Terrible lógica de la guerra
La causa de ello, ha añadido el Papa, "es la terrible lógica de la guerra, que arrastra a involucrar, en el conflicto a otros Estados y a amenazar a las poblaciones civiles. Los deplorables bombardeos de los que hemos tenido conocimiento son la dolorosa confirmacion de todo ello".
Juan Pablo II no hizo ninguna referencia explícita, como esperaba la numerosa comunidad judía italiana, a los misiles lanzados por Irak contra Israel. Sus palabras han sido sólo una condena abierta de la guerra y ha pedido que en. cuanto se ponga fin a los combates es necesario dedicarse con coraje "a resolver las causas de fondo" que han llevado a la guerra.
El Papa había recibido el sábado a una delegación significativa: dos obispos de Irak y al patriarca de la Iglesia caldea de Bagdad, amigo y buen conocedor personal de Sadam Husein, quien ha afirmado recientemente que no es ni el "monstruo" que han pintado sus enemigos occidentales ni más sanguinario que tantos otros dictadores del mundo contra los que no mueven ni un dedo las Naciones Unidas.
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