El Congreso respalda al Gobierno español y apoya un plan para solucionar el problema palestino

Felipe González encontró ayer el apoyo del Congreso para sus posiciones en la guerra, al aprobar una resolución por 296 votos a favor y 17 en contra. El Parlamento respalda la actuación de España sobre las resoluciones de la ONU y propondrá tras la crisis "un plan de estabilidad regional" para solucionar los problemas, "entre otros, el palestino".

La resolución fue firmada por el PSOE, PP, CDS, CIU y PNV. Estos grupos sólo mostraron diferencias de matiz con el discurso de González, quien resumió las tesis de quienes se han impuesto la tarea de expulsar a Irak de Kuwait. Se presentaron sin éxito otras resolusiones de IU, EE, EA y Unión Valenciana, que pedían la vuelta de la flotilla española.La resolución no menciona la presencia de la flotilla española ni elemento alguno que indique una mayor participación de España en el conflicto distinta a la del "apoyo logístico y ayuda sanitarla y humanitaria".

Todos los grupos coincidieron en la solicitud de un "plan de estabilidad para la zona", con mención especial a la cuestión palestina que estuvo en boca de todos los líderes parlamentarios, con especial énfasis expuestos por Adolfo Suárez. González afirmó que las referencias que Sadam Husein hace a la cuestión palestina vinculándola al conflicto no es sino una excusa. "Es mentira que Irak se hubiera retirado de Kuwait si se hubiera vinculado con el problema palestino", afirmó.

Suárez, por el CDS; Miquel Roca, por ClU; José María Aznar, por el PP, e Iñaki Anasagasti, por el PNV, no dudaron en culpar sin ambages a Sadam del estallido de la guerra.

Aznar recalcó "la desinformación" que había embargado al pueblo español y atribuyó al Ejecutivo en ocasiones una actitud "huidiza" y cierta tentación "neutralista". Aun así reconoció que sus objeciones eran de tipo formal y no de principios. Roca consideró que quienes claman ahora por la paz "lo podían haber hecho el 2 de agosto".

Esta apreciación ya fue expuesta al inicio del debate por González, que señaló con vehemencia que la guerra no había empezado el 16 de enero sino cuando Irak invadió Kuwait.

En los discursos de ese bloque de portavoces, que coincidieron en la mayor parte de los análisis, hubo muchas referencias a la necesidad de preservar la libertad de los pueblos, con profusión de citas históricas, especialmente a la Alemania de Adolfo Hitler. Si no hubiera sido por la intervención de las fuerzas aliadas, afirmó González, Hitler se hubiera apoderado de Europa.

En realidad, el enemigo ayer en el Congreso fue Julio Anguita. Además de González, tuvo enfrente a Roca. González, una y otra vez, rechazó con vehemencia la tesis de quienes colocan en la misma balanza a las dos partes en contienda y así se lo hizo saber a Anguita, que tuvo que soportar abucheos de los bancos del PSOE.

González aseguró que la postura española es adecuada y apeló a próximas elecciones para saber el grado de respaldo del pueblo español a sus posiciones.