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George Bush está seguro de ganar la guerra

El presidente George Bush anunció hoy a sus conciudadanos el comienzo de la guerra con Irak con una promesa de un triunfo rápido sobre la maquinaria militar iraquí y el compromiso de que Estados Unidos no consentirá un nuevo Vietnam. "Prefiero pensar en la paz y no en la guerra", manifestó Bush en una alocución al pueblo norteamericano dos horas después de ordenar un masivo ataque aéreo contra las posiciones iraquíes en Irak y Kuwait. "Pero venceremos", añadió. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas norteamericanas y 41ª presidente de Estados Unidos se dirigió a la nación para justificar la orden de ataque a las fuerzas iraquíes después de que la comunidad internacional "hubiera agotado todos los medios para conseguir una solución pacífica al conflicto".

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"Desgraciadamente", dijo Bush, "la conclusión a la que la coalición internacional de 28 países congregada contra Irak llegó es que sólo el uso de la fuerza podía obligar a Irak a abandonar Kuwait". "No fracasaremos en ruestro empeño de expulsar a Irak del emirato", manifestó convencido el presidente norteamericano, que, una vez más reíteró su propósito de no consentir una guerra larga y costosa como la de Vietnam. "No permitirenios que nuestras fuerzas tengan que combatir con las manos atadas a la espalda", advirtió Bush, indicando que el Pentágono estaba dispuesto a utilizar todo el poderío militar de EE UU para conseguir una victoria rápida y decisiva sobre Irak.Bush dejó muy claro que las fuerzas aliadas destruirían el potencial químico y nuclear de Irak en el curso de las operaciones, que todavía continuaban mientras el presidente se dirigía a la nación. Bush, que notificó previarnente a los líderes del Congreso, de acuerdo con la resolución aprobada el pasado sábado, su intención de inicial- las hostilidades. puso toda la responsabildiad por el comienzo de la guerra en el presidente iraquí, Sadam Husein. "Mientras el mundo esperaba", dijo, "Sadam Husein respondió a cada gesto de paz por parte de la comunidad internacional con un desafío". "Mientras el mundo rezaba por la paz, él se preparaba para la guerra", añadió. "Sadam ha rechazado todas las advertencias y ha de tratado convertir este conflicto en una disputa entre Estados Unidos e Irak. A la vista está que ha fracasado", dijo Bush para recordar a continuación que 28 países participaban en la alianza internacional congregada contra Irak.

Planes previstos

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El presidente anunció que, según informes recibidos del comandante supremo norteamericano en la zona del Golfo, general Nlorman Schwarzkopf, "todas nuestras operaciones se están desarrollando de acuerdo con los planes previstos". Según los corresponsales acreditados en el Pentágono, 2.500 aviones aliados han participado en el bom bardeo rnasivo de las posicione iraquíes en Kuwait y en Irak. En este país, pillado totalmente por sorpresa por el ataque que se ha producido exactamente a las 19 horas de expirar el plazo de las Naciones Unidas, los aviones aliados han bombardeado exclusivamente objetivos militares como lo demuestra el hecho de que, según informaban en vivo los corresponsales de las cadenas norteamericanas en Bagdad, las explosiones que iluminaban la noche iraquí se producían a mucha distancia de la capital.

Bush subrayó que los objetivos nortamerianos eran claros. "Las fuerzas de Sadam Husein abandonarán Kuwait, el legítimo Gobierno será restablecido y Kuwait será de nuevo libre", afirmó Bush, quien anunció que su intención era repatriar a los soldados norteamericanos en el Golfo tan pronto como terminara el conflicto.

La guerra del Golfo, bautizada con el nombre de Tormenta del Desierto, comenzó a primera hoy de la madrugada de hoy con un bombardeo masivo de las posiciones iraquíes en Kuwait e Irak, según anunció en dos escuetos párrafos, el portavoz de la Casa Blanca. Marlin Fitzwater. "La liberación de Kuwait ha comenzado", declaró Fiztwater en la sala de prensa de la mansión presidencia! ante un compacto grupo de informadores convocados apresuradamente desde sus casas y sus puestos de trabajo para escuchar la esperada orden de ataque a Irak, cursada por el presidente Bush como comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

"En colaboración con las fuerzas de nuestros aliados, Estados Unidos ha iniciado la operación Tormenta del Desierto, destinada a hacer cumplir los mandatos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Desde las siete de la tarde, hora de la costa este norteamericana (una de la madrugada, hora española), las fuerzas que participan en la operación están atacando objetivos en Kuwait e Irak. El presidente George Bush se dirigirá a la nación a las nueve de la noche (hora local, tres de la madrugada, hora española)".

Hasta aquí el texto de la breve e histórica declaración leída por el secretario de prensa de la Casa Blanca, que anunciaba el comienzo de la décima guerra emprendida por este país en sus 214 años, de historia.

El comienzo de las hostilidades, aunque esperado despues de que Irak agotara el plazo dado por las Naciones Unidas sin retirarse de Kuwait, pilló a la población de la capital norteamericaría totalmente por sorpresa de camino hacia sus casas.

La última oportunidad

La esperanza de encontrar una salida pacífica al conflicto todavía se mantenía ayer tras una declaración de la portavoz del departamento de Estado, Margaret Tutwiler, en la que afirmó que Washington todavía estaría dispuesto a considerar cualquier gesto de última hora por parte del presidente iraquí Saddam Hussein. Las primeras noticias del ataque, emprendido por la aviación aliada, llegaron al público procedentes de los enviados especiales de las cadenas de radio y televisión nortearnericarías desplazados en Bagdad. La CBS informó que una oleada de cazabombarderos F-15 estaba despegando de las bases situadas en el centro y, en el este de Arabla Saudi con dirección al norte.

La cadena ABC dió cuenta de que las sirenas de alarma había comenzado a sonar en las ciudades del reino saudí tan pronto como despegaron los aviones mientras que, según el enviado especial de la CNN, las luces de Bagdad se apagaron tan pronto como hicieron su aparición en el Cielo iraquí los aviones norteamericanos y aliados.

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