La huelga del Metro colapsa el sur de la ciudad

Las calles de Madrid en las que desembocan las carreteras del sur de la región estuvieron al 100% de su capacidad de tráfico durante las horas punta de la mañana. La causa de este atasco fue la huelga de los conductores del Metro, que ayer declararon en asamblea "la guerra" a la empresa. Ésta ha apercibido de despido a 50 maquinistas, pero los ha convocado de nuevo para que se sienten hoy a negociar. Las asociaciones de vecinos, en nombre de los 400.000 afectados, denunciarán hoy ante el fiscal general del Estado a los responsables del Metro por posible dejación de funciones al no hacer cumplir los servicios mínimos.

El caos circulatorio no es una novedad en Madrid. Sin embargo, ayer, los automovilistas que accedían a la capital desde el sur de la región se vieron sumergidos en un embotellamiento hermético. Arterias como las calles de Embajadores y Atocha o las plazas de Pirámides, Toledo, Mariano de Cavia o Conde de Casal estuvieron al 100% de su capacidad de vehículos. Los atascos en las carreteras que a estas calles conducen fueron de 10 kilómetros en la de Extremadura, y de seis en la de Toledo, según la Dirección General de Tráfico.El resto de la ciudad estuvo como media al 94% de su capacidad, según el Gabinete Municipal de Información de Tráfico. La circunvalación M-30 también vivió sus peores horas, especialmente en el tramo que va desde la carretera de Castilla a la de Andalucía. La autovía de Barcelona tenía colas de vehículos de ocho kilómetros, y la de Burgos, de 10.

La causa directa de este colapso, que se prolongó de 7.00 a 9.30, fue el primer día de la segunda semana de huelga en el Metro, convocada por el Sindicato de Conductores en demanda de un incremento salarial bruto de 200.000 pesetas en cuatro años, incluyendo los atrasos de 1990. La empresa pide que, como contrapartida, se incremente la productividad.

El paro está siendo total y sin servicios mínimos. Los conductores refrendaron ayer unánimemente en asamblea el mantenimiento de los paros convocados. Juan Francisco Moris, secretario general del Sindicato de Conductores, llegó a afirmar: "El metro está en guerra".

Unos 400.000 usuarios se ven afectados por este conflicto, en el que el acuerdo parece imposible porque ninguna de las partes quiere ceder. La empresa está dispuesta a plantear un conflicto colectivo para que los tribunales lo resuelvan y a someterse a un arbitraje laboral, según informó ayer Guillermo Vázquez Cabezas, director de Metro de Madrid. Los huelguistas no se fian de ninguna de estas dos vías de solución propuestas.

50 apercibimientos de despido

Un total de 300 maquinistas han sido ya sancionados. De ellos, 50 están suspendidos de empleo y sueldo durante 10 días y apercibidos de despido. Los conductores paralizarán el metro si hay un despido. Los sancionados, que cobrarán 90.000 pesetas menos en la próxima nómina, serán 600 a final de mes.Los paros previstos en el metro abarcan todos los días laborables de esta semana, de 6.30 a 8.30 y de 17.00 a 19.00. Si no hay acuerdo, se repetirán del 21 de enero al 3 de febrero, de 6.30 a 9.30 y de 17.00 a 20.00.

Al previsible caos circulatorio de hoy contribuirá una manifestación de estudiantes de bachillerato en el paseo de las Delicias, a partir del mediodía.

Los afectados han empezado a moverse. La Federación Regional de Vecinos de Madrid tiene ya redactada la denuncia que presentará hoy ante el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, contra el presidente del Consorcio Regional de Transportes, Eduardo Mangada (a su vez, consejero de Política Territorial de la Comunidad), y contra el director del Metro, Guillermo Vázquez, por un posible delito de dejación de funciones al no hacer cumplir los servicios mínimos, fijados por el consorcio en el 60% de los trenes habituales.