Amplias facilidades de paso

Las facilidades otorgadas a EE UU para el uso de las bases de Torrejón (Madrid), Zaragoza, Morón (Sevilla) y Rota (Cádiz) constituyen la principal aportación española al despliegue occidental en el Golfo, según coinciden en señalar diversas fuentes militares y diplomáticas. La polémica suscitada por el envío de tres buques a la zona del conflicto, sin precedentes en la historia reciente, ha eclipsado la decisión, mucho más importante desde el punto de vista operativo, de facilitar el tránsito por territorio español de una parte sustancial de la fuerza norteamericana.

La crisis del Golfo ha demostrado en la práctica algo que ya formaba parte de la ortodoxia militar de la OTAN: que España constituye en un elemento clave en la estrategia occidental como zona de retaguardia y apoyo logístico para la llegada de refuerzos procedentes de EE UU. La única diferencia radica en que el teatro tradicional de operaciones se ha desplazado de Centroeuropa a Oriente Próximo.El Gobierno español se ha negado a facilitar dato alguno sobre el uso de las bases de utilización norteamericana en la actual crisis, alegando el carácter secreto de las operaciones militares. Sin embargo, ha sido la propia Fuerza Aérea estadounidense, a través de la revista Raider, editada por el Ala 401 de Torrejón, la que ha revelado el papel clave de la base madrileña en la operación Escudo del Desierto. Según dicha publicación militar, el 80% de los vuelos norteamericanos al Golfo durante las dos primeras semanas de la crisis, y el 45% posteriormente, han hecho escala en Torrejón.

El destacamento norteamericano en esa localidad madrileña ha prestado apoyo a 5.320 vuelos desde el 7 de agosto hasta mediados de diciembre. En ese periodo, han hecho escala en dicha base 45.000 soldados y 77.500 toneladas de material y carga.

La décima parte

Aunque fragmentarios, estos datos son suficientemente significativos: casi el 10% de las tropas de EE UU desplegadas en Arabia Saudí ha pasado por Torrejón, aunque la mayor parte de ellas se ha desplazado por vía marítima.

Las autorizaciones referidas a Torrejón representan "algo más del 50%" de las concedidas para el conjunto de las bases, según fuentes militares españolas. Dichos medios aseguran que las cifras de autorizaciones deben dividirse por cuatro para saber el número de aviones, ya que cada viaje requiere un permiso singular y la mayoría de los aparatos regresan a EE UU tras dejar su carga en Arabia Saudí. En medios diplomáticos se asegura que el convenio se cumple "escrupulosamente" y que los vuelos se autorizan "caso por caso", tras la correspondiente petición.

Durante las primeras semanas, el tránsito se limitaba a aviones de transporte de tropas o material, como los Galaxy o Starlifter. Posteriormente, el Gobierno ha dado vía libre al sobrevuelo y escala de cazabombarderos como los F-111, que han pasado por decenas, aunque sin su correspondiente armamento nuclear, según fuentes españolas. Desde las bases de Zaragoza y Morón han operado también numerosos aviones cisterna KC-135, que han abastecido en vuelo a los cazas de EE UU en ruta hacia el Golfo, sobrepasándose ocasionalmente el número máximo de aparatos permitidos por el convenio, según fuentes del Ministerio de Defensa.

La base de Morón ha sido la más afectada por la crisis, en opinión de responsables militares españoles. De encontrarse prácticamente inactiva ha pasado a funcionar casi al máximo de la capacidad permitida por el tratado, hasta el punto de que en las últimas semanas se han realizado hasta tres transportes diarios de material desde Torrejón a Morón, donde se ha contratado a personal suplementario.

El apoyo español no ha sido pasivo, ni se ha limitado a la concesión de autorizaciones. Los responsables españoles de las bases han debido hacer frente a muchas carencias del dispositivo militar norteamericano, que sobre todo en sus inicios adoleció de una buena dosis de improvisación, facilitando sus propios medios en materia de comunicaciones, alimentación e intendencia en general. Una aportación más institucional fue la de dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea española, que realizaron seis vuelos en septiembre a la base turca de Incirlick para transportar material del Ala 401.

La base de Rota (Cádiz) ha sido punto de escala de muchos de los 30 buques desplazados por EE UU a Oriente Próximo, algunos de los cuales se han aprovisionado en el depósito de combustible y munición de Cartagena (Murcia). También están jugando un papel en esta crisis, aunque se desconoce su alcance, los numerosos centros de comunicaciones, independientes o de las bases, con que cuenta EE UU en España y que, entre otras misiones, facilitan el enlace de las tropas norteamericanas con la red de telecomunicaciones del Pentágono por códigos cifrados.