Sadam, triunfalista y convencido de ganar la guerra

Un Sadam Husein determinado y tranquilo clausuró ayer la Conferencia Popular Islámica que se ha celebrado en Bagdad. Ninguna de sus palabras dejó entrever la posibilidad de tina retirada iraquí de Kuwait.

Sadam realizó una llamada a la guerra santa y emplazó a los musulmanes a que atacaran los intereses de Estados Unidos y de sus aliados en todo el mundo en caso de ataque contra Irak.

El líder iraquí dijo en la conferencia que el enfrentamiento era "entre infieles y creyentes, entre el bien y el mal". "Hemos preparado todos los medios posibles para la confrontación... y para infligir la derrota a los agresores e infieles", añadió. El clima triunfalista de Sadam ensorribrece en parte el último esfuerzo mediador puesto en marcha y que hoy traerá a la capital iraquí al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.

[El ministro de Exteriores, Tarek Aziz, declaró ayer que "el fracaso de las negociaciones de Ginebra se debe exclusivarnente a EE UU por sus posturas ambiguas y parciales al tratar los problemas de la zona". informa Efe]. El anuncio de la visita de Pérez de Cuéllar a Bagdad ha despertado escasas expectativas entre la población iraqui, resignada ya a enfrentarse a lo peor. Los funcionarios del Ministerio de Información no saben no contestan mientras no reciban instrucciones de sus superiores, inalcanzables en viernes, el día de descanso semanal de los musulmanes.

El cierre de las embajadas de Estados Unidos y de la mayoría de los países de la Comunidad Europea antes de que el secretario general de la ONU tenga oportunidad de intentar su mediación da una imagen desesperanzada de la comunidad internacional y resta credibilidad al esfuerzo. Algunos analistas se preguntan si no podrían haber esperado, al menos los europeos, hasta el domingo o el lunes para ver los resultados de las gestiones de Pérez de Cuéllar.

Aun así, no todas las puertas se han cerrado. Continúan presentes en Bagdad los embajadores de la Unión Soviética y de los países No Alineados, que podrían desarrollar un importante papel para evitar en el último momento la catástrofe final.

Mientras tanto, ayer, en un discurso improvisado, el presidente iraquí se dirigió a los dignatarios religiosos reunidos en Bagdad en la Conferencia Popular Islámica, como señal de agradecimiento por su apoyo en la crisis que enfrenta a su país con el resto del mundo.

Sadam, que fue interrumpido en varias ocasiones con poemas de alabanza a su persona y gritos de "Dios es el más grande", tranquilizó a los presentes sobre la capacidad de su Ejército para ganar la guerra a la fuerza multinacional.