Los embajadores de la CE en Irak hacen las maletas
La ausencia de reacción oficial de Irak al fracaso de sus conversaciones con Estados Unidos en Ginebra llenó ayer Bagdad de los peores presagios. Desanimados ante el fracaso de todas las iniciativas de paz, los embajadores comunitarios preparaban sus maletas para una evacuación que, a falta de confirmación de sus respectivos ministerios, daban por hecha. "La documentación confidencial está destruida", dijo el diplomático español Juan López Chicheri.
"Ahora espero instrucciones de Madrid; me han dicho que esté preparado", añadió, después de comunicar con España. El convoy europeo estaba listo.Los periódicos de Bagdad, todos ellos bajo control del Estado, se abstuvieron de calificar la conferencia celebrada entre el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, y el secretario de Estado norteamericano, James Baker. Se limitaban a informar de la conclusión de tres rondas de conversaciones entre ellos. Eso sí, destacaban en sus titulares y en los textos el rechazo explícito de Aziz a recibir la carta del presidente norteamericano, George Bush, para Sadam, por su "tono mal educado".
El ministro de Exteriores informó ayer al presidente Sadam Husein y al Consejo de la Revolución sobre el contenido de la reunión de Ginebra. Según informó la agencia iraquí Ina, la información se centró "en la intransigencia norteamericana en relación con el conflicto del golfo Pérsico". Se espera que, una vez informado por su ministro de Exteriores, el presidente Sadam Husein exprese su opinión en un discurso. "Suele meditar", precisa un diplomático occidental acostumbrado a tales momentos de duda. Poco lugar quedaba para ella ayer a tenor de las señales enviadas por el régimen.
"El discurso de Sadam está ya en las páginas de los periódicos de hoy", avanzó un analista político, convencido desde el inicio de la crisis de la inamovilidad de la postura iraquí. En efecto, la prensa de ayer recogía una advertencia de su líder a Estados Unidos, que subrayaba su firmeza. "Si los norteamericanos se enredan en un conflicto, les veré nadar en su propia sangre", aseguró Sadam en una reunión con altos cargos del partido Baaz.
El presidente iraquí destacó que sus conciudadanos "no son del tipo que cede ante las amenazas y se verá la trampa en la que van a caer los norteamericanos". Tal convicción parece haber cundido entre gran parte de la población bangadí, que, bien presa de la propaganda, bien ignorante del peligro al que se enfrenta, se muestra convencida de su superioridad moral y de su triunfo.
Por su parte, el ministro de Información, Latif Nayef Yasim, que durante todo el día de ayer se negó a recibir a ningún periodista extranjero, había repetido el día anterior que los iraquíes lucharán con fuerza para defender su país. Yasim hizo esas declaraciones al recibir a una delegación del Movimiento de Mujeres por la Paz y la Seguridad, encabezada por Margareth Papandreu.
El plan de paz de Sadam
Para el ministro, el mejor medio de resolver todos los problemas de Oriente Próximo es el plan de paz de Sadam del pasado 12 de agosto. Es decir, vincular la crisis del Golfo a la cuestión palestina, la causa del fracaso de Ginebra.
La noticia del cierre inminente de las embajadas occidentales, incluida la de EE UU, que evacuará a sus últimos empleados mañana, provocó ayer la alarma entre unos200 periodistas extranjeros presentes en Bagdad. Una veintena de ellos obedeció el primer aviso de caducidad de su visado con inusitada prontitud y salió del país en el vuelo de ayer. El resto se lanzó sobre el mostrador de Iraqui Airways para adelantar sus reservas de vuelta a Ammán, en previsión de una próxima suspensión del único vuelo que une Irak con el exterior.
Los primeros en recoger los trastos fueron los británicos. Todos los funcionarios y empleados que permanecían en la representación diplomática salieron por carretera con dirección a Jordania. Sólo un diplomático ha quedado en la legación, ante el juicio que tiene pendiente en este país un ciudadano británico que intentó escapar cuando se encontraba retenido como rehén el año pasado.
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