Exculpados un ginecólogo y su clienta de un delito de aborto

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Huelva, Jesús Ríos, retiró al final de un largo y tenso juicio celebrado ayer todos los cargos contra el ginecólogo Eduardo Pérez Luján, de 38 años, y una de sus pacientes, R. R. G., de 39 años, acusados de un delito de aborto ilegal. El ministerio público había solicitado en las conclusiones provisionales una pena de cuatro años de cárcel, seis años de inhabilitación profesional y 500.000 pesetas de multa contra el médico y un año de prisión menor para la mujer.R. R. G. tiene actualmente a su cargo cuatro hijos y dos nietos, y su marido, marinero de profesión, está en paro, según se puso de manifiesto durante la vista oral.

Las exposiciones de los peritos resultaron decisivas para demostrar que Pérez Luján extrajo la placenta de la mujer a fin de salvarle la vida durante una intensa hemorragia que R. R. G. sufrió en la clínica de este ginecólogo, la única legalizada en Huelva para realizar interrupciones del embarazo.

El ginecólogo recomendó a la paciente que marchara a un hospital del Servicio Andaluz de Salud para expulsar el feto, de unas 12 semanas de gestación, que estaba muerto. Un médico del centro sanitario Infanta Elena, donde ingresó la paciente, elevó un parte al juzgado de guardia que originó este proceso. "Hoy hemos sido testigos en Huelva de un paso histórico en la lucha por los derechos de la mujer", dijo al tribunal José Antonio Sotomayor, abogado de Pérez Luján.

R. R. G. explicó al fiscal en su declaración que ella "quería abortar y no deseaba tener más hijos". Para conseguirlo, "yo misma me golpeaba el vientre y tomaba aspirinas mezcladas con cofiá, pues en el pueblo me habían dicho que eso interrumpía los erribarazos".

La determinación de absolución del fiscal fue acogida con una prolongada ovación por el público que llenaba la sala, y entre el que se encontraban numerosos representantes de sindicatos y de colectivos feministas de Huelva.