Protegido de Dios

Jorge Serrano Elías, un político conservador que atribuyó su victoria a la ayuda de Dios y que ha prometido gobernar asistido por la inspiración divina, culmina con el triunfo de ayer una carrera política heredada de su padre, Jorge Adán Serrano, notorio opositor de la dictadura del general Jorge Ubico. Este régimen militar, que durante 14 años dictó los destinos de la nación centroamericana sin solucionar sus profundos problemas, fue derrocado en 1944.El presidente electo de Guatemala, un orador excepcional que a los 17 años ganó unos juegos florales latinoamericanos en esa especialidad, tiene 45 años, está casado con Magda Bianchi y es padre de cinco hijos. Considerado por sus adversarios como un político populista y demagogo profesó la religión católica, estudió en los Hermanos Maristas y a los 28 años, fruto de un arrebato místico, abrazó el integrismo protestante.

Serrano escribió después La participación del cristiano en la vida pública, en cuyo prólogo explicó las consecuencia de su nueva devoción: "Toda mi vida cambió, todo fue diferente; mis valores se convulsionaron y en ese momento comenzó una nueva vida con un horizonte diferente".

Serrano Elías, que asegura mantener una buena relación con la jerarquía católica, goza de una sólida formación académica forjada en la Universidad Nacional de San Carlos de Guatemala, donde hizo política adscrito a la juventud democratacristiana de los años 60. En esta universidad obtuvo los títulos de ingeniero industrial y de profesor de segunda enseñanza en física y matemáticas. Como muchos integrantes de la burguesía guatemalteca, Serrano Elías conoció la vida norteamericana y en California y Texas consiguió un master universitario en educación.

En 1976, coincidiendo con el terremoto que asoló Guatemala, entró en la vida política activa y propuso un plan de reconstrucción del país en colaboración con capital norteamericano y ayudas procedentes de organizaciones protestantes. Amenazado por la extrema derecha que colaboró con el general Lucas García por publicar un "subversivo" documento sobre las miserables condiciones de vida de la población indígena se exilió en Estados Unidos.

El golpe del general Efraín Ríos Montt le proporciona cobertura para su regreso en 1982, y con el advenimiento de una frágil apertura presenta, en 1985, su candidatura a la presidencia. Serrano, que se define como socialcristiano, quedó en tercer lugar tras Jorge Carpio y Vinicio Cerezo. En 1986 funda el partido Movimiento de Acción Solidaria.