La Generalitat critica el informe de Gil-Robles sobre las cárceles catalanas
La Generalitat ha entregado una respuesta al informe sobre las prisiones catalanas del Defensor del Pueblo, Alvaro Gil-Robles, en la que descalifica su método de trabajo y rechaza la casi totalidad de las críticas formuladas. La Generalitat afirma que "alguna de las afirmaciones que contiene el informe son inexactas y otras, sencillamente, son un reflejo directo de las quejas de los internos que posteriormente no fueron contrastadas ni comprobadas". Esta respuesta ha causado malestar en el Defensor del Pueblo, institución en la que se estima que la Generalitat rehúsa asumir la realidad de las prisiones catalanas, a las que dedicará "especial atención y seguimiento en 1991 para que quede claro la justeza de las críticas".La Generalitat de Cataluña entregó el pasado 20 de diciembre al Defensor del Pueblo, Álvaro Gil-Robles, una respuesta oficial al informe sobre las prisiones catalanas emitido por esa institución el pasado octubre. El documento de réplica recalca que "la situación concreta de cada centro descreta en el informe es fruto de una visita personal realizada por los asesores del Defensor del Pueblo". "Debemos indicar que algunas de las afirmaciones que contiene el informe son inexactas y otras un reflejo de las quejas de los internos que no fueron contrastadas. Así, las quejas sobre la dureza del régimen del centro Lleida II, la insuficiencia de comida en la enfermería y la falta de atención sanitaria en el centro de Girona son opiniones de los internos sin matizar ni contrastar".
"Este método, basado en la transcripción textual de las quejas formuladas por los internos", manifiesta el texto de la contestación oficial del conseller Bassols, "no nos parece el más adecuado para conseguir una visión imparcial y equilibrada. Una visita de un día o unas horas, por más exhaustiva que quiera ser, implica obligatoriamente una visión parcial".
La Generalitat admite que "no son aún suficientes" los esfuerzos para paliar la masificación en las cárceles de la comunidad, si bien se anuncian proyectos para descongestionar los centros más conflictivos.
