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400.000 afectados por los paros en el Metro

Jorge A. Rodríguez

Todos los maquinistas del Metro de Madrid secundaron ayer los paros de dos horas convocados por el Sindicato de Conductores. Los trenes se quedaron varados en las cabeceras de línea entre las 6.30 y las 8.30 y entre las 17.00 y la 19.00. Unos 400.000 usuarios se vieron afectados por los paros, convocados para que se cumpla un acuerdo que puso fin en marzo a otro conflicto laboral. La empresa admitió ayer que el seguimiento fue total y que estudia acciones legales por el incumplimiento de los servicios mínimos. Hoy y mañana se repetirán los paros.

El servicio de metro comenzó a funcionar con normalidad a la seis de la mañana. Media hora después partían trenes desde las cabeceras para barrer de. pasajeros las 11 líneas. A las siete, los maquinistas se bajaron de los 156 trenes que guiaban y se congregaron en grupos de 15 a 20 en los andenes de las cabeceras. La situación fue la misma por la tarde, de cinco a siete.Ninguno de los cerca de 1.000 conductores en servicio ayer cumplió los servicios mínimos, fijados por el Consorcio Regional de Transportes en un 60% de los trenes habituales. Algunas estaciones se cerraron a cal y canto para evitar incidentes entre usuarios y taquilleras. El comité de empresa pedirá hoy por escrito que se clausuren durante los paros todas las bocas de metro.

Viajeros desconcertados

Miles de usuarios que desconocían absolutamente la existencia de los paros se acumularon, especialmente por la mañana, en las bocas de metro, preguntándose qué ocurría. Dos tipos de octavillas colocadas en los paneles de anuncios, una por la empresa y otra por los conductores, informaban del paro, aunque en la de la compañía se aseguraba que circularían "como mínimo" el 60% de los trenes. En las cabinas telefónicas cercanas a las estaciones se formaron largas colas de personas que llamaban para advertir en sus empresas que llegarían dos horas tarde.

Javier Gómez, portavoz del Sindicato de Conductores, se congratulaba del éxito de la convocatoria, aunque matizaba: "Frente a un pueblo que sufre esta carencia de servicio no se puede hablar de éxito". Este portavoz informó de que tan sólo se produjeron dos Incidentes "verbales" entre conductores y usuarios en las estaciones de Pavones (línea 9) y Portazgo (línea 1).

Fuentes de la compañía reconocían que el paro había sido absoluto, aunque advertían que la empresa está estudiando posibles acciones legales contra los conductores que incumplieron los servicios mínimos.

El resto de los sindicatos representados en el comité de empresa de Metro de Madrid admitía que los trabajadores no conductores habían prestado un "apoyo tácito" a la huelga, sin secundarla. Un miembro de CC OO culpaba a la empresa de estos paros "por no cumplir los acuerdos del 11 de marzo", afirmación refrendada por el Sindicato de Conductores, convocante en solitario del paro.

Difícil acuerdo

En dicho acuerdo se fijaba una subida bruta de los salarlos de los 1.200 conductores de 200.000 pesetas que se aplicaría en cuatro partidas de 50.000 pesetas de 1990 a 1993. "Hace unos días, nos dijeron que había que renegociar el convenio. El miércoles por la noche el documento ya tenía algo de validez, pero planteaban soluciones inaceptables", señaló Gómez. Un portavoz de la empresa apuntó que, pese a que los conductores abandonaron las conversaciones, aún se puede negociar. "Pero, como están las cosas, no se atisba una solución".

Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron ayer que el Consorcio Regional de Transportes es el órgano competente para dictar los servicios mínimos en este conflicto, en contra de lo que afirmaron los conductores. Estos recurrieron los mínimos ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por entender que es Ana Tutor, delegada gubernativa, y no el consorcio, quien debe fijar los mínimos.

Los paros se repetirán hoy y mañana. Los conductores no harán huelga el domingo, pero si no hay un acuerdo, tampoco habrá metro entre las 6.30 y las 8.30 y entre las 17.00 y las 19.00 de los días 7, 8, 9, 14, 15, 16, 17 y 18 de enero. En las horas que no hay paros el servicio es normal.

El PP en la Asamblea de Madrid ha pedido que se anule la subida en las tarifas del transporte, en vigor desde el 1 de enero.

Tráfico denso, pero no caótico

Los paros en el Metro se dejaron sentir en el tráfico del centro de Madrid, especialmente por la tarde, ya que el segundo turno de movilizaciones, de cinco a siete de la tarde, coincidió con los horarios comerciales y con la premura de los madrileños para acabar las compras navideñas. Las zonas de tiendas de Argüelles, Goya, Callao y Cuatro Caminos-Azca, en las que el Metro es el medio óptimo para acceder, se vieron abarrotadas de autobuses, turismos y taxis.La ausencia de autobuses escolares en las calles y el notable descenso en las intensidades circulatorias por las vacaciones de Navidad hicieron que el atasco no fuera agobiante. Por la mañana hubo retenciones en las zonas de Atocha-Delicias, Manuel Becerra, M-30 y en las carreteras del sur, punto cardinal este último que sufrió con mayor intensidad la carencia de metro, según el Gabinete Municipal de Información al Tráfico.

Las personas que optaron por viajar en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que coinciden con rutas de Metro se apretujaron como arenques.

Los días 7, 8 y 9 de enero, en los que también habrá paros, se espera un agravamiento del tráfico: se acaban las vacaciones navideñas y los colegios abren sus puertas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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