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Bush propone un encuentro Baker-Aziz en Suiza

El presidente de Estados Unidos, George Bush, en un acto que él mismo denominó como "el último intento para alcanzar la paz en el golfo Pérsico", propuso ayer un encuentro en Suiza entre el secretario de Estado norteamericano, James, Baker, y el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Tarek Aziz. La entrevista entre ambos diplomáticos debería llevarse a cabo entre el lunes y el miércoles próximos. La oferta está sujeta a una serie de condiciones, que el propio Bush detalló una tras otra: "No negociaciones, no compromisos, no intentos de lavar la cara ni recompensas por la agresión".

La iniciativa del presidente Bush fue bien recibida por los legisladores estadounidenses, quienes se habían mostrado abiertamente partidarios de la solución diplomática y contrarios a la forma en que el presidente ha manejado la crisis desde que Irak invadió Kuwait.Poco después de que los líderes del Congreso se entrevistasen ayer con Bush en la Casa Blanca, George Mitchell, líder demócrata en el Senado, declaró que el Congreso aplazará el debate sobre la crisis del golfo Pérsico hasta que se conozca el resultado de lar., conversaciones de Suiza.

Mitchell, representante del Estado de Maine, había comentado anteriormente que cualquier acción ofensiva estadounidense en la zona del Golfo sería "inconstitucional si no contaba con la aprobación del Congreso". "Sería inconstitucional y altamente inapropiado por parte del presidente asumir por sí mismo la autoridad de someter a esta nación a la guerra", declaró el senador Mitchell.

Thomas Foley, presidente de la Cámara de Representantes y demócrata por Washington, manifestó que no sabía si Estados Unidos está o no lanzado inevitablemente a una guerra, y que la respuesta a esa pregunta se conocería si se supiera "lo que va a hacer Sadam Husein".

Cruzar el Rubicón

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El senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont, fue más explícito: "Creo que, para bien o pi.ra mal, hemos cruzado el Rubi-,ón, y que la pregunta no es si vamos o no a entrar en guerra, sino cuándo vamos a hacerlo".

En su anuncio de ayer, el presidente Bush dijo que el viaje de censultas que emprenderá el secretario de Estado Baker se ¡niciará el domingo. El plan de esta nueva gira de Baker es comprobar la solidez de la coalición internacional creada contra Irak, arites de que se alcance el plazo impuesto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que Irak se retire de Kuwait, si no quiere someterse al peligro potencial de un ataque militar. El plazo termina el próximo 15 de enero, dentro de 11 días.

Con su propuesta, el presidente estadounidense cree que se alcanza "el último intento para alcanzar la paz en el golfo Pérsico". "Si Irak acepta esta ofer la es simplemente una oportunidad para resolver este conflicto pacífícamente", explicó Bush, quien recordó que en el último mes había ofrecido " 15 fechas distintas en las que el secretario de Estado estaba preparado para viajar a Bagdad, y entre las que se incluía el día de Navidad".

El pres idente se lamentó de que Sadam se mostrara másinteresado en manipular su oferta que "en dar una respuesta seria". Bush criticó al líder iraquí por el hecho de que hubiera encontrado el tiempo necesario para recibir a Kurt Waldheim, Willy Brandt, Muharnmad Alí, Red Heath, John Connolly y Rarnsey Clark, y que, en cambio, no hubiera podido encontrar "unas pocas horas para entrevistarse con el secretario de Estado norteamericano". "No estoy dispuesto a repetir las anteriores ofertas, por eso hago este último esfuerzo para alcanzar la paz", dijo Bush, refiriéndose al encuentro de Baker y Aziz en una ciudad de Suiza por decidir.

Optimismo en Bagdad

A falta de una reacción oficial iraquí a la nueva propuesta de Washington, se presenta como un buen signo el optimismo con el que Joseph Wilson, encargado de negocios norteamericano en Bagdad, salió de su reunión con un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak, informa Ángeles Espinosa.

En palabras de Wilson, sus conversaciones sobre ese asunto se mantuvieron en una "muy buena" atmósfera.

Medios diplomáticos occidentales en Oriente Próximo se muestran convencidos de que la respuesta iraquí será positiva. A pesar de que el diálogo entre Irak y Estados Unidos está bloqueado por discrepancias sobre el calendario, las fuentes consultadas señalan que las autoridades de Bagdad han insistido en los últimos días en que "prefieren la paz". Las nuevas fechas, así como la sugerencia de un tercer país para la reunión, pueden acabar con las reticencias.

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