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Movilización popular en Argentina contra el indulto

La reclamación del ex general Jorge Videla, condenado a cadena perpetua, que no deseaba verse mezclado en un mismo decreto de indulto junto con Mario Firmenich, el cabecilla de la organización guerrillera peronista Montoneros, fue una de las razones que demoró la publicación del indulto en el Boletín Oficial argentino. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y la oposición tienen listos ya los anuncios que serán colocados en las vallas de las principales ciudades y los textos de las declaraciones de repulsa que se publicarán en los periódicos en cuanto se haga el anuncio oficial de los indultos, previsto para hoy.

La consigna es convocar marchas y concentraciones a partir de las seis de la tarde del día siguiente. Las últimas encuestas indican que el 80% de los ciudadanos se opone a la libertad de Firmenich, y el 73% a la de Videla. Menem ha pedido que no se involucre en la crítica a ninguno de sus ministros, secretarios o colaboradores, "porque el indulto me lo banco yo solo".Los actuales jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas pidieron al presidente que cuidara el detalle de no escribir juntos en un mismo decreto los nombres de Videla y Firmenich. Para los militares argentinos la liberación de los ex comandantes condenados es sólo un paso más en la lenta pero firme reivindicación del terrorismo de Estado, que para ellos fue una "gloriosa victoria" en la supuesta "guerra" que libraron contra la "guerrilla".

En una reunión nocturna en la que todos vestían de civil, el general Martín Bonnet explicó a Menem las razones por las que tampoco debía incluirse en un mismo decreto a ningún otro oficial junto con el ex general Carlos Suárez Mason, abandonado por el Ejército de Tierra cuando decidió fugarse a Estados Unidos en 1984 para no ser "el pato de la boda". De tal modo, los decretos de indulto, que eran cinco hasta el miércoles, se convirtieron en seis.

En el quinto aparece en solitario el ex superministro de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz, que quedará libre de proceso en una de las tres demandas que se le iniciaron cuando comenzó la transición democrática. En el sexto y último, también en solitario, aparece El Pajarito -como le llamaban sus compañeros de promoción- Suárez Mason. O Sam, según el nombre de guerra que adoptó para presentarse ante sus subordinados y frente a las víctimas en los campos de concentración de detenidos que funcionaron en la capltal federal del gran Buenos Aires. El secretario legal y técnico de la presidencia y principal asesor de Menem sobre los indultos, Raúl Granillo Ocampo, admitió que la situación de Suárez Mason se analizó hasta último momento por la resistencia de los propios fiscales. Para ellos, El Pajarito es la única mancha de una victoria inmaculada.

La única duda que todavía quedaba ayer, antes de que Menem hiciera el anuncio oficial, era la fecha con que los indultos pasarán a la historia. Granillo Ocampo descartó ya por "demasiado paradójico" que lleven la del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes.

Traslado de presos

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El Ejército de Tierra y la Armada comenzaron a trasladar a sus presos el pasado jueves para evitarles el acoso de la prensa y acercarlos aún más al centro de la ciudad. Massera, Videla y Viola recibieron a familiares y amigos mientras cuidaban el empaque de aparatos de música y televisión, los libros y la ropa de cama que usaban en los chalés del penal militar de Magdalena, situado unos 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.Granillo Ocampo aseguró que los indultos no alcanzan a las penas accesorias, es decir que los militares y Firmenich "no van a recuperar su grado militar ni podrán ejercer cargos públicos".

Uno de los hijos del ex almirante Emilio Massera visitó el jueves personalmente a Menem para agradecerle el indulto en nombre de su padre. También los dirigentes montoneros que encabezan esa corriente interna del peronismo reconocieron públicamente "el gesto del presidente".

Uno de ellos, Pablo Unamuno, había anunciado el indulto de Firmenich en noviembre de 1988 como parte de un "acuerdo" que se había alcanzado con el entonces candidato Carlos Menem. En aquel momento Menem negó todo y pidió la expulsión del peronismo para Unamuno.

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