Brigada antidiscriminación

Las (los) 32 agentes de igualdad de la Comunidad de Madrid no recorren, a pesar de su agresiva denominación, los centros de trabajo para vengar a las empleadas que sufren acoso sexual, cobran menos que sus colegas masculinos o pierden un ascenso si se quedan embarazadas. Ellas (ellos, que en el equipo hay también dos hombres) prefieren afrontar con mano izquierda los obstáculos. "Empresario", sugieren, "si contrata a estas chicas que acaban de terminar un curso de formación, puede conseguir una buena subvención".

Hace pocos meses, las 12 alumnas del curso de instaladores electricistas que se impartía en Móstoles se presentaron enfundadas en su mono de trabajo ante Soledad Blázquez, agente de igualdad en ese municipio, y le plantearon un serio problema: "No podemos aceptar el contrato de prácticas para trabajar en ese edificio en construcción que nos han buscado". Un hábil interrogatorio de su mentora y acabaron por confesar: "En esa obra no hay vestuarios y no vamos a cambiarnos de ropa delante de todo el mundo". Soledad Blázquez relata entre sonrisas que el constructor accedió finalmente a instalar un servicio para las mujeres, y que, terminado el contrato de prácticas ha ofrecido trabajo a tres de `las alumnas.Las (los) agentes de igualdad señalan que su trabajo consiste en desarrollar "acciones positivas". En 21 grandes municipios del área rnetropolitana de Madrid -con la llamativa excepción de la capital- se halla implantado desde hace poco más de un año el servicio de agentes de igualdad. Otras 10 personas actúan como asesores volantes para el resto de la región.

El equipo de agentes de igualdad participa en la campaña de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid a favor del juguete no sexista. "No queremos desigualdad ya en los juegos", asegura María Luisa Camarero, que se lamenta de que en el mundo laboral aún no se conozca el trabajo de las agentes.

Sus funciones sobrepasan la búsqueda de una salida en el mercado de trabajo a las alumnas de cursos de formación ocupacional. También. canalizan las peticiones de las trabajadoras o desarrollan programas de salud y de prevención de los malos tratos. La Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, que cuenta con un presupuesto de 60 millones de pesetas para este equipo de 32 personas, proyecta impartir un curso para formar nuevas agentes de igualdad en 1991, adelanta Otilia Armiñana, responsable del servicio de empleo y formación.

'Caballeros' rechazados

Los dos caballeros de la brigada de agentes de igualdad son Miguel Ángel Cebrián del Pozo y Miguel Zngel González Camunas. Ambos, especializados en actividades socioculturales y de tiempo libre, son miembros del equipo volante que recorre los pueblos madrileños. "No nos sentimos discriminados dentro de nuestro propio grupo de trabajo", coinciden los dos. Sin embargo, Cebrián llama la atención sobre la dificultad de romper el hielo con el sexo opuesto: "Cuando viene a consultarme una trabajadora, su primera impresión suele ser de rechazo, le choca no encontrarse con otra mujer en este puesto".