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Reportaje:LOS PRIMEROS PASOS DE LA ALEMANIA UNIDA

La caza de las brujas de la Stasi

La dimisión de De Maiziere del Gobiemo de Bonn desata una epidemia de mala conciencia

La dimisión de Lothar de Maiziere, el hombre que presidió la liquidación y entrega del Estado alemán comunista, ha desatado en Alemania una epidemia de mala conciencia. La imposibilidad de poder probar, más allá de toda duda, que no había colaborado con la Stasi, la policía política de la desaparecida RDA, ha acabado con la carrera de uno de los hombres claves del proceso de unificación alemana. Los ciudadanos, preocupados por lo que parece ser una auténtica caza de brujas, se preguntan por qué unas carpetas vagamente incriminatorias tienen ahora mucho más peso que la probada militancia activa en el partido nazi al acabar la II Guerra Mundial.

El obispo protestante de Berlín-Brandeburgo, Gottfried Fork, ha sido el primero en utilizar abiertamente el término hexenjagd -caza de brujas- y en pedir que las actas de la Stasi "se cierren y se dejen descansa en paz". Para Fork, uno de los hombres que más se distinguieron en el apoyo de la Iglesia a los grupos de oposición al régimen, y que jugó un importantísimo papel en el sínodo de Eise nach en agosto de 1989, lo sucedido con De Maiziere y muchos otros es un síntoma de que se está creando en Alemani "una atmósfera similar a la de los métodos utilizados por la propia Stasi".No se comprende la cruzada emprendida por Bonn en pos de los supuestos colaboradores del desaparecido régimen comunista alemán. En un país de escasos 16 millones de habitantes, más de 80.000 personas trabajaban directamente a sueldo de la Stasi, y cerca de un millón estaban fichadas como "colaboradores".

Bajo control policial

Todos los estratos de la antigua RDA estaban bajo el control de la policía política, y en el caso de los abogados, como De Maiziere, ya de por sí muy escasos en número, estaba completamente asumido que su trabajo profesional les obligaba a tener relaciones directas con este cuerpo.

No hay que olvidar, por ejemplo, que en los casos criminales el abogado trabajaba directamente con el juez instructor de la causa e incluso con el Fiscal. La división de poderes no era precisamente el fuerte del régimen comunista.

En estos momentos, la infección de Stasi se Puede encontrar por todos lados, desde la derecha a la izquierda, e incluso en la todopoderosa prensa de la antigua RFA. Alianza 90, la coalición de partidos que nacieron durante la revolución de otoño de 1989, que ha conseguido ocho escaños en el Bundestag, anunció ayer la dimisión de uno de sus más importantes políticos. Por lo visto, Klaus Richter, el director financiero del partido, había sido entrenado por la Stasi en 1973 como residente, una figura que se aplica al agente que dirige a un grupo de espías en un país extranjero.

Celo inquisidor

Los propios medios de prensa que han denunciado a De Maiziere y otros, como el semanario Der Spiegel, tampoco se han librado del celo inquisidor. El periodista Diethelm Schroeder, que trabaja desde hace 16 años en este medio como experto en cuestiones militares, lo que le dio acceso a información confidencial de la Alianza Atlántica, ha sido acusado de pertenecer a la red de espionaje de la RDA.

Para acabar de complicar el retrato no había más que escuchar al pastor protestante Joachim Gauck, el hombre que dirige la comisión que examina las actas de la Stasi. Gauck explicó recientemente en televisión cuáles eran los problemas a los que se enfrenta la comisión que preside. Para empezar, el volumen de papel es de dimensiones escalofriantes. Son kilómetros y kilómetros de archivos. El soporte magnético del sistema informático que relacionaba las carpetas fue destruido. Reconstruir esta relación puede costar años.

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