Las brigadas de limpieza eliminan las señales de los disturbios
La violencia desatada en las ciudades de Tetuán, Tánger, Fez y Rabat ha remitido en las últimas horas. La normalidad ha empezado a ser prácticamente total en el país, incluso en el barrio de Yacoub El Mansour, de la capital marroquí, el último escenario de las luchas callejeras. Este suburbio fue afectado por los disturbios durante toda la tarde del sábado. Ayer, el barrio había recobrado su tranquilidad. Las brigadas municipales de limpieza habían trabajado a fondo y era muy dificil descubrir los restos de cinco horas de batallas callejeras. La lluvia, que empezó a caer en la ciudad a media tarde del domingo, ayudó a limpiar el país.Pero continúa latente el germen de la protesta, y dificilmente desaparecerán de la geografía de Marruecos los problemas sociales, causa directa de los disturbios de Tánger, Tetuán y Rabat, así como los integristas que jugaron un papel protagonista en las manifestaciones de Fez.
Se asegura que fueron éstos los que dirigieron a los revoltosos hacia objetivos muy concretos, como los bancos, hoteles o discotecas, algunos de los cuales fueron pasto de las llamas. Se repetía en la ciudad de Fez la consigna lanzada el pasado mes de noviembre por los integristas, cuando se enfrentaron a los estudiantes demócratas con un solo objetivo: "Limpiar la ciudad y la universidad de rojos y devolverla al islam".
Sorprendentemente, y a pesar de los incidentes, la diplomacia española ha anunciado su decisión de acudir a Fez para celebrar la primera cumbre hispano-marroquí, que tendrá lugar los próximos 20 y 21 de diciembre. Cerca de un centenar de periodistas se darán cita en. esa ciudad marroquí, convirtiéndose así en testigos y observadores de una sociedad golpeada por la violencia.
En medios políticos marroquíes de la oposición se asegura que es el mejor regalo que Felipe González puede dar al país.
