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González respalda a Guerra y dice que sus palabras "llaman más la atención" por ser el vicepresidente

El presidente del Gobierno, Felipe González, se solidarizó ayer con Alfonso Guerra, cuyos exabruptos en Sevilla han sido criticados por la oposición, y afirmó que "llaman más la atención" que los de sus adversarios porque los dice el vicepresidente. Los despropósitos de la oposición no suscitan tantas reacciones "porque a quien lo dice no se le da importancia". En el curso de una conferencia de prensa, el presidente del Gobierno recalcó: "Hace varios meses que vengo oyendo descalificaciones por parte de los distintos líderes de la oposición", como "la tontería de que el PSOE tiene vocación totalitaria", citó a título de ejemplo. González aseguró que no tiene interés en un "debate de esta naturaleza".

Alfonso Guerra, por su parte, acusó ayer a los dirigentes del Partido Popular de ejercer en el seno de su organización política un autoritarismo que podrían imponer sobre la sociedad en el caso de ejercer el Gobierno de la nación, a la vez que les atribuyó la utilización de "mentiras, calumnias y acusaciones infundadas siempre contra el Gobierno" para ocultar sus graves problemas internos, informa Juan G. Ibáñez.Guerra insistió en su tono beligerante contra el PP tras asistir en el Senado a un acto de homenaje póstumo al ex senador y escritor Carlos Barral, fallecido hace un año. El vicesecretario general del PSOE rehuyó relacionar su campaña contra el PP con la celebración de los comicios municipales y autonómicos del próximo mes de mayo y se escudó en que sus críticas están motivadas por "unos comportamientos no muy democráticos de algunos personajes del PP".

Guerra no sólo acepto de nuevo conversar con los periodistas sobre sus ataques a la oposición conservadora, sino que se explayó en sus críticas. "Creo que tienen una política extraña de que no pueda parecer que ese partido, por ser de la oposición, tiene contactos o acuerdos con el Gobierno. Desde intereses estrictamente partidarios, a mí eso me vendría bien, porque así no tendrán la opción de ganar las elecciones. Pero desde el punto de vista de los intereses generales yo más bien desearía un PP consciente de su responsabilidad, que es ser oposición y colaborar en la gobernación de este país, en la estabilidad democrática, económica y social".

Guerra interpretó las críticas que los socialistas y él mismo reciben de los dirigentes del PP como un intento de éstos de "ocultar algunas insuficiencias, incapacidades o tutelaje de instituciones religiosas que no deberían intervenir en política; pero hay partidos que se dejan penetrar y se dejan dirigir por instituciones que no son las que legítimamente corresponden a un sistema demcrático". Un comentario con el que, según explicó posteriormente, quiso recalcar de nuevo su opinión de que el Opus De¡ ejerce una gran influencia en las decisiones del Partido Popular.

[En respuesta a estas declaraciones, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, manifestó: "Si en el PP hay miembros del Opus Dei y mayoría cristiana, en el PSOE hay masones", informa Europa Press.]

Por otra part e, José María Aznar, presidente del Partido Popular, aseguró que el PP sabía antes de que se produjeran las descalificaciones de Guerra -que llamó a los populares "jóvenes joseantonianos trufados con alguna monja alférez"- "cómo, dónde y cuando las iba hacer", informa Isabel Pedrote. Aznar añadió: "Es más, puedo decir que tengo conocimiento de que lo va a seguir haciendo con frecuencia de aquí al mes de mayo

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El diputado del PP Luis Ramallo elevó ayer el tono monocorde de las preguntas parlamentarias para sacar a colación nuevamente el caso Juan Guerra. Su intervención dio lugar a un rifirrafe con el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, quien respondió en nombre del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, a quien iba dirigida la intervención del diputado. Ramallo mostró su indignación ante el hecho de que Guerra, que ha estado presente estos días en diversos foros públicos, no hubiera comparecido ante la Cámara, informa Alex Grijelmo.

La pregunta de Ramallo era la siguiente: "¿Desde cuándo tiene conocimiento el vicepresidente del Gobierno de la utilización de un despacho oficial en la Delegación del Gobierno en Andalucía por su hermano para la realización de actividades privadas?".

Zapatero se limitó a contestar que eso ya lo había explicado el vicepresidente en el debate monográfico del pasado febrero, y repitió textualmente sus palabras: "El vicepresidente no tiene constancia de que se haya destinado a otras actividades". Rarnallo encolerizó: "Si mantiene eso ahora el vicepresidente es que ha estado en hibernación desde entonces" (risas y aplausos del Grupo Popular), y añadió: "Alfonso Guerra, omnipresente en la televisión y otros medios, no viene sin embargo aquí, y no viene porque no puede decir una vez más que el despacho de Sevilla no ha sido, utilizado para actividades privadas. Sea valiente, venga a la Cámara y dé cuenta de cómo utiliza el dinero público en beneficio propio" (protestas de los socialistas).

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