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Un multimillonario japonés construye una réplica de la 'Santa María' para emular a Colón

Haruki Kadokawa, poeta, editor y productor, hará la travesía entre Barcelona y Tokio

La réplica de la Santa María, con la que el polifacético empresario japonés Haruki Kadokawa, de 48 años, quiere lograr el frustrado sueño marítimo de Cristóbal Colón de llegar al llamado Cipango (Japón), está casi lista. Una larga conversación entre Kadokawa y el rey Juan Carlos fue la que le dio la idea, que él ha financiado en gran parte con su propio dinero. El multimillonario japonés, que partirá como almirante en la nao, es uno de los hombres más influyentes en la política y la cultura de su país. Propietario de una de las más poderosas editoriales del país, es también productor, director de cine y de teatro.

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Viaje por el mar soñado

Los trabajos de reconstrucción de la nave, que se realizan desde febrero del año pasado en los astilleros de la empresa catalana Viudes, quedarán terminados en enero próximo, y la botadura ha sido fijada para el 5 de febrero con la presencia del Príncipe de Asturias. La travesía de ocho meses de duración entre Barcelona y Kobe, una ciudad portuaria situada a más de 500 kilómetros al sur de Tokio, se iniciará el 13 de julio de 1991. Él será el almirante de la nao que partirá con otros 19 tripulantes."Ésta es mi cuarta aventura marítima, y seguramente es la más difícil, porque el barco tiene muy poca estabilidad", afirma Kadokawa. Los tres viajes que hizo antes fueron mucho más breves y bastante más baratos. El proyecto se ha encarecido bastante, dice, al haberse construido la nave en España y no en Japón, bajo la supervisión periódica de ingenieros japoneses. "Este proyecto cuesta 1.600 millones de yenes (1.160 millones de pesetas); la mayor parte viene de mi bolsillo. El Ayuntamiento de Kobe ha aportado 500 millones, y el grupo propietario del diario Yomiuri y de Nippon Television Network (NTN), el canal 4 de televisión, ha dado otros 100 millones", indica. En 1975, Kadokawa trató durante 47 días de experimentar a bordo de una réplica de una nave histórica los primeros conocimientos de la tecnología de navegación, desde Corea hasta la isla suroccidental japonesa de Kyushu. En 1977 cubrió una ruta en 44 días entre Kyushu y Filipinas, y por último, en 1980, un proyecto más ambicioso, con un barco de dos toneladas con el que pretendía llegar a Perú, acabó por culpa de una avería seis meses después en Punta Arenas (Chile): "Cuando llegué a Chile me llamaron el nuevo Colón'. Ese fue mi primer contacto con la aventura colombina. Hace tres años viajé a Madrid para visitar al rey Juan Carlos. Recuerdo que estuvimos hablando tres cuartos de hora sobre la idea de hacer la travesía soñada por Colón. Él me pidió que colaborara en los actos del V Centenario con el proyecto de la nao Santa María", dice este multimillonario empresario cultural, propietario de una de las más poderosas editoriales del país, que es además productor y director de cine, autor de poesía tradicional japonesa (haiku) y fundador de una comunidad sintoísta.

Posee Kadokawa una personalidad que despierta curiosidad por su variopinto historial. Se ha casado cuatro veces; la última, con la que fue su primera mujer, una compañera de Literatura en la Universidad Kokugakuin en Tokio. Los pies los tiene muy bien puestos en la tierra, como lo demuestra su habilidad para hacer negocios en su país y en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y España. Ha montado su propia productora y distribuidora cinematográfica en Los Ángeles, ha adquirido el 60'Yo de la distribuidora norteamericana Triton Pictures, acaba de hacerse con el 30% del Pueblo Español de Barcelona, quiere organizar una exhibición de sumo antes de la Olimpiada de 1992 y prepara la creación de una fundación cultural hispano-japonesa. Pero al mismo tiempo es un místico. Ejerce como sacerdote sintoísta en el templo de la secta que él fundó hace cinco años. "He conseguido el equilibrio para combinar esas dos facetas, y si me falta una no puedo vivir con la otra", subraya.

Idealista

"No busco propaganda o publicidad con el proyecto de la Santa María. Es un proyecto idealista, una obligación interna que yo siento", responde cuando el periodista comenta que algunas personas opinan que Kadokawa es terriblemente ambicioso: "No sé en qué campo se me considera ambicioso. Es normal que tenga ambiciones como empresario y que necesite de la publicidad cuando produzco o dirijo películas". Kadokawa ha producido hasta el momento más de medio centenar de películas y ha dirigido cuatro. La última, Cielo y tierra, un relato épico medieval cuyo rodaje duró un año, es la película más cara de la historia del cine japonés (35 millones de dólares). Hace días ha estrenado en Broadway una costosa coproducción musical llamada Shogun."Como persona no me considero en absoluto ambicioso. Mire, no aspiro, por ejemplo, a ser jefe de la asociación de empresarios de Japón ni a hacer carrera política. Hace ocho años recibí muchísimas peticiones para dedicarme a la política. Reflexioné y pensé que era mucho más atractivo hacer cine. Si hubiera decidido meterme entonces en la política tal vez ahora sería primer ministro, pero no soy un político". Kadokawa es hoy consejero del actual jefe del Gobierno japonés, Toshiki Kaifu.

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