Felipe González afirma que la unidad europea no debe ser identificada con un proceso federal

El secretario general del PSOE, Felipe González, precisó ayer en la inauguración de la reunión en Madrid de los líderes de la Unión de Partidos Socialistas de la Comunidad Europea (UPSCE) que la unidad política europea no debe ser identificada con un proceso federal como el que encauzó la unificación de Alemania. Los socialistas europeos acordaron ayer defender la implantación de tasas mínimas vinculantes en los sistemas fiscales de cada país para evitar la competencia indeseable en la atracción de capitales.

Los líderes de los partidos socialistas de la CE también se mostraron favorables al derecho de los inmigrantes a participar en elecciones locales y europeas, dentro del proceso de unión económica y política de la Comunidad.En presencia de representantes de 16 partidos socialistas, Felipe González apoyó su razonamiento en contra de un proceso federal en la imposibilidad, por el momento, de un Parlamento y un Gobierno únicos para todos los países de la Comunidad Europea.

Tras más de seis horas de debate, celebrado en la Sala Internacional del Congreso de los Diputados, la cumbre de líderes de los partidos socialistas de la CE aprobó los criterios que los gobernantes socialistas defenderán en las próximas conferencias intergubernamentales sobre la unión económica y política de la Comunidad Europea. Participaron en las discusiones el secretario general del Partido Socialista Italiano, Bettino Craxi; el presidente del Partido Laborista británico, Neil Kinnock; el presidente del Movimiento Socialista Panhelénico de Grecia, Andreas Papandreu; el presidente de la UPSCE, Guy Spitaels; el secretario general del Partido Socialista portugués, Jorge Sampaio, así como el presidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón, y el comisario europeo Manuel Marín. Los representantes de estos partidos promoverán una discusión sobre la política fiscal con el propósito de impedir que se establezca una competencia entre los estados para estimular la llegada de capitales mediante una fluctuación a la baja de los impuestos.

Los líderes socialistas advirtieron que la instauración de un banco central europeo que funcione autónomamente, pero sometido a un control democrático debe quedar inscrita en el objetivo de una política económica que garantice el crecimiento, el desarrollo regional y la cohesión social y, en especial, la promoción de un alto nivel de empleo.

La cumbre de partidos socialistas de la CE propuso un fortalecimiento del control democrático mediante la atribución al Parlamento Europeo de un poder de codecisión con el Consejo de Ministros, lo que se concretaría en la necesidad de que ambas instituciones dieran su aprobación sobre un mismo proyecto. Asimismo, defendieron que el presidente de la Comisión Europea se someta a una investidura en el Parlamento y que la nueva Comisión en su conjunto comparezca ante la Cámara para solicitar un voto de confianza.

La unión de partidos socialistas europeos aprobó una resolución en la que además de exigir a Irak la retirada incondicional e inmediata de Kuwait se invita a los Gobiernos que han enviado al golfo Pérsico fuerzas militares para aplicar las resoluciones de la ONU que "antes de llevar a cabo una acción militar consideren sí las acciones alternativas, entre las que se incluyen las sanciones globales dictadas, no pueden asegurar el acatamiento por las autoridades iraquíes de las decisiones de la ONU". Asimismo expreso su apoyo a una conferencia sobre Oriente Próximo auspiciada por Naciones Unidas.