Navidades más ecológicas
Productos para festejos se envasan en aerosoles con CFC, nefastos para la capa de ozono
En navidades estalla en todo su furor la pasión por el consumo. Dentro de su vorágine, entre otras cosas, mueren varios millares de animales por capricho, llenamos el cuarto de los niños de juguetes no siempre necesarios y gastamos buena parte de nuestro dinero en adquirir enormes cantidades de basura por sobreempaquetamientos. Según todas las asociaciones de consumidores consultadas, en navidades, más que en ningún otro momento del año, será importante hacer uso de toda nuestra capacidad crítica para no dejarnos arrastrar por la avalancha de productos innecesarios que nos invade.Puede ser el momento para recordar que la mayor parte de los productos de belleza convencionales suelen basarse en martirizantes experimentos sobre animales, o que múltiples productos para festejos (como la llamada nieve artificial) vienen envasados en sprays con CFC que resultan nefastos para la capa de ozono, y que un abrigo de pieles puede ser la causa de la persecución implacable de una especie amenazada o la razón última de que ocurran esos accidentes de granja peletera como el que recientemente ha supuesto la invasión incontrolable de la sierra madrileña por los voraces visones americanos...
Mejor belén que árbol
Por otra parte, e independientemente de las creencias de cada cual, la costumbre mediterránea del belén o nacimiento puede considerarse mucho más ecológica que la del árbol de Navidad noreuropeo, teniendo en cuenta las latitudes planetarias en las que se sitúa nuestro entorno ibérico. El abeto navideño, en cuanto a su tradicional utilización durante las fiestas invernales, tiene su origen bien en los Alpes bávaros de Alemania, bien en los bosques circunlacustres de la nórdica Finlandia. En cualquier caso, en Grecia o Italia, España o Portugal, tal costumbre del Norte, introducida en nuestro ámbito cultural a partir de los sesenta, sólo ha supuesto un duro tributo más a nuestra ya maltrecha cobertura forestal. Piense en ella a la hora de adquirir su próximo árbol. Si aun así prefiere Santa Claus a los Reyes Magos, ¿por qué no un árbol artificial, que además le durará varios años?
El domingo pasado pudo constatarse el comienzo del anual periodo de incivismo con el que el preámbulo de las navidades marca los bosques del norte de la Comunidad de Madrid. Numerosos vehículos, en familia, aprovecharon las cancelas negligentemente abiertas de acceso a las diversas pistas forestales del valle del Lozoya, los pinares de El Paular, el entorno de Rascafría, las inmediaciones del puerto de Somosierra y las mismas cunetas de la carretera Madrid-Segovia a ambos lados del puerto de Navacerrada para penetrar por ellas y arrancar los pinos necesarios para adornar el saloncito de casa con motivo de las fiestas navideñas. Todos estos árboles morirán en el transcurso de las próximas semanas. El desaguisado continúa impune un año más...
Según la lista de preocupaciones navideñas estudiada por la FAT, otro motivo a tener en cuenta es la moda de regalar mascotas, como el lorito exótico o la tortuguita para que juegue el niño... A menudo se trata de especies faunísticas cuya venta, tenencia y tráfico están rigurosamente prohibidas. En el Rastro siguen viéndose puestos de traficantes de especies animales, los cuales ya no se concentran en una calle concreta, sino que mantienen sus puestos móviles ante el incremento de las actuaciones de la Policía Municipal..
En estas navidades volverán a vender papagayos llegados ilegalmente de Suramérica, algún pequeño simio africano que no sobrevivirá los rigores del invierno o esas tortugas moras o mediterráneas en peligro de extinción que habrán sido capturadas furtivamente en las ramblas murcianas o almerienses. "Al comprador siempre se le asegura que no se trata de especies en peligro, pero lo cierto es que no hay modo eficaz de comprobarlo", aseguran en la FAT. En consecuencia, lo cívico es no comprar ni regalar animales silvestres de especie alguna.
Acebos ilegales
En la Comunidad de Madrid, el acebo sólo crece en las partes más umbrías de los bosques, sobre suelos ácidos, a lo largo de la divisoria montañosa con tierras de Segovia.Árbol de pequeño porte, de hojas perennes y espinosas, cuyos frutos invernales son unas drupas venenosas de un intenso color rojo, conlleva una importancia ecológica básica cuando las grandes nevadas. Animales como el corzo encuentran su cobijo bajo sus ramas, y las aves se nutren de sus frutos durante la temporada invernal.
Aunque actualmente la tala y corta de acebo está prohibida en toda la Comunidad de Madrid, paradójicamente no está prohibida su comercialización. Esta paradoja permite todavía encontrar acebo en algunos puestos de la plaza Mayor, si bien más furtivamente que en años anteriores. Según las investigaciones de la FAT, coincidentes con las de Adena, el punto negro del tráfico ilegal de acebos tiene su principal foco en el municipio segoviano de Prádena. Su venta aumenta espectacularmente durante las fechas previas a Nochebuena. La patrulla ecológica de la Policía Municipal confirma que este año se empleará a fondo para terminar con este tráfico abusivo.
Para salvar pinos
La iniciativa de la Concejalía de Medio Ambiente, tras las pasadas Navidades, fue modélica. Puso en marcha una operación de recogida de los árboles que antes se pudrían al terminar las fiestas, para reforestar una zona colindante a la M-30. Participó en esta operación también el Ejército de Tierra. El año pasado sobrevivieron así al menos el 20% de los árboles navideños.
Direcciones útiles:
En los viveros dependientes de la Consejería de Agricultura, los pinos y abetos resultan entre un 30% y un 40% más baratos que en la calle. Estos viveros son: El Escorial (cruce de la carretera de Valdemorillo a Plasencia), Aravaca (Camino Viejo de Aravaca a Pozuelo), Arganda (Madrid-Valencia, kilómetro 22). Valdelatas (Madrid-Colmenar Viejo, kilómetro 13,5).
También pueden adquirirse pinos en cualquiera de los 60 viveros que pueden demostrar su inscripción en el registro de viveros de la Consejería de Agricultura y Cooperación. Dentro de Madrid capital, hay tres: Viveros Castilla (calle de la Virgen del Puerto), Jardín de Sala (Marqués de Ahumada) y Viveros Casla (Conde del Val-Padre Damián). Y en las escuelas superiores de Ingenieros Agrónomos y de Montes (Ciudad Universitaria). Para más información, en la Consejería de Agricultura, Tel.: 580 16 00.
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