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El Kremlin presenta un presupuesto que duda poder cumplir

Pilar Bonet

El Gobierno soviético presentó ayer al Parlamento su proyecto de plan y presupuesto para 1991, con escepticismo sobre la posibilidad de cumplir sus objetivos en las actuales circunstancias de inestabilidad político-social, que pueden llevar el déficit presupuestario de la URSS a sumas astronómicas. Yuri Masliukov, vicepresidente del Gobierno y jefe del Gosplan, el organismo central de planificación de la URSS, advirtió que el plan de 1990 había sido un "fracaso" y que "el carácter realista del plan para 1991 dependerá de la situación político-social".

En un clima en el que el divorcio entre la realidad de la calle y los planes del Gobierno central queda más que patente, el ministro de Finanzas, Valentín Pavlov, aseguró que el déficit presupuestario de este año podría mantenerse en torno a los 60.000 millones de rublos previstos. El déficit de 1991, sin embargo, puede alcanzar los 250.000 millones de rublos, dijo el ministro. Esta cantidad equivale, según analistas económicos occidentales, a un 20% del producto interior bruto de la URSS.

Los motivos del deterioro de las Finanzas soviéticas están en un incremento de los gastos guberriamentales de 106.000 millones de rublos por encima de lo planeado y un descenso de los ingresos presupuestados de 40.000 millones.

La vía fiscal

La introducción de un impuesto de compraventa sobre los bienes de consumo y de nuevos impuestos para las empresas fueron dos de las vías citadas por Pavlov para mejorar la situación financiera, del Gobierno soviético. Los planes para el año próximo han sido virulentamente criticados por el académico Oleg Bogomolov en el diario Izvestia. Bogomolov ha cuestionado los métodos de cálculo gubernamentales, que, según él, no tienen en cuenta los incrementos de precio que ya se han producido en la economía soviética. La inflación se estima en un 5% mensual.

Pavlov dijo ayer que varias repúblicas soviéticas, entre ellas las tres bálticas, se niegan a participar en la confección de los planes para el año próximo. El ministro criticó a la Federación Rusa, que insiste en elaborar sus propios presupuestos.

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El Congreso de los Diputados de Rusia se reúne hoy en Moscú para debatir una ley sobre la tierra y la realización práctica de la soberanía de la mayor república de la URSS. La ley sobre la tierra contempla la propiedad privada de la misma, un punto que todavía no existe en la legislación de la URSS y al cual se opone el presidente Mijafl Gorbachov.

La Constitución parte de supuestos totalmente diferentes al borrador del Tratado de la Unión confeccionado por Gorbachov. Gorbachov quiere que el Tratado de la Unión se apruebe este año. La Federación Rusa, que quiere elaborar su propio texto, abordará este tema después de aprobar su propia Constitución, que sería sometida referéndum en marzo de 1991 según el parlamentario ruso Oleg Rumianzev. Ocho repúblicas soviéticas no aceptan el Tratado de la Unión, según el diputado ruso Shelov-Kovediaev. Nueve regiones que habitualmente proporcionan leche a la capital han anunciado que, en vista de sus propias necesidades, no van a continuar sus suministros. Este anuncio ha provocado el pánico entre los moscovitas, que, privados de cerillas, queso, mantequilla, aceite y otros productos básicos, se dedican ahora a acaparar leche. El vicealcalde, Serguéi Stankevich, dijo que la capital tiene leche para tres días.

Mañana llega a Moscú un envío de 20 toneladas de alimentos procedentes de Alemania, según manifestó Igor Antipov, jefe de la comisión planificadora del municipio.

[Por su parte el canciller Helmut Kohl pidió ayer a los empresarios alemanes que contribuyan a la campaña para enviar ayuda alimenticia a la Unión Soviética, informa desde Bonn José María Martí Font. El Gobierno deBonn ha iniciado asimismo una campaña en los medios de comunicación para que, a nivel privado, los ciudadanos envíen a la URSS paquetes con alimentos y bienes de primera necesidad.]

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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